Estudiantes de La Plata fue campeón del Metropolitano de 1982, pero se corona el lunes 14 de febrero de 1983. Este martes se cumplirá 40 años de aquella consagración que catapultó a Carlos Salvador Bilardo en la Argentina Selección, que derivó en un título y un subcampeonato en los siguientes Mundiales. En aquella última fecha, el ‘Pincha’ ganó 2-0 en Talleres con goles de José Luis Marrón de penal y Hugo Gottarditerminó con la llegada de Independiente y dio la vuelta en el actual Mario Alberto Kempes, entonces denominado estadio Olímpico de Córdoba.
«Nuestra finalidad fue, permanentemente, estar entre los primeros. Nuestro hombre llegó durante todo el campeonato y en la cancha demostramos que el equipo tuvo trabajo, ideas, y fue el más parejo a lo largo del año. También felicito a Independiente, un gran rival en buena parte del torneo”, fue una de las primeras declaraciones de Bilardo tras la consagración. Y como después de México 86, grabó a su maestro: “Desde que tocó el silbato final no pude apartarme de la memoria a ZubeldíA».
Aquel campeón tuvo una particularidad que siempre valorada por seguidores y detractores de Bilardo: jugó con un cinco de marca (Miguel Angel Russo) y tres números 10 (Alejandro Sabella, Marcelo Trobbiani y José Daniel Ponce). Además, utilizamos una línea de cuatro con bien definidos los laterales (Julián Camino -empezó Luis Malvarez- y Abel Herrera) y los centrales (José Luis Brown y Miguel Angel Gette -luego Angel Landucci, también con características de líbero como el Tata -). Arriba, Guillermo Trama (goleador del equipo con 13 goles) y Hugo Gottardi (11). El goleador del torneo fue Carlos Manuel Morete, de Independiente, con 20.
Igualmente, hay que decir que Miguel Angel Lemme fue titular en 20 de los 25 partidos que jugó, relegando al banco primero a Sabella y luego a Ponce. Así, Bilardo tenía un mediocampo más combativo cuando lo necesitaba. De los 36 partidos del torneo, el trío Sabella-Trobbiani-Ponce fue titular en 14 y el equipo perdió: 9 triunfos y 5 empates. Y en otros tantos terminó los tres en la cancha. En total, Ponce juzgó 35 partidos, Trobbiani 34 y Sabella 29. Por tanto, el recuerdo del buen juego interpretado por los tres quedó para siempre en la memoria de los futboleros.
De esa campaña, hay un gol que sobresale sobre todos y que aparece en muchas recopilaciones en internet y en varios documentales. Un golazo a puro toque, contra una pared entre Trama (gran taco) y Trobbiani (gran definición). Fue 17 de octubre de 1982 ante Vélez en el Amalfitani. El Pincha ganó 1-0 hace los 29 minutos del tiempo inicial anotó ese 2-0 para el recuerdo. Estudiantes arrancó con Trobbiani-Russo-Lemme-Sabella. Diez minutos después, cuando iban 2-1, entró Ponce por Gottardi, ya los 27 minutos de la parte final, ingresó Galletti por Trobbiani. Esa dinámica y variantes tenía el equipo del Narigón.
El plantel se completa con números como Juan Carlos Delménico, Carlos Bertero, Héctor Vargas, Ruben Agüero, Walter Perazzo, Sergio Gurrieri, Alberto Monzón, Jorge Llane, Claudio Gugnali y Daniel Martínez. El equipo jugó 36 partidos, ganó 21, empató 12, perdió 3, anotó 50 goles y los hizo apenas 18. De local perdió solo un partido (2-1 con Boca) y otros dos de visitante (1-0 con Boca y 3 -1 contra Newell’s).
A partir de la incorporación de los equipos no afiliados directamente a la AFA, en 1967, primero se juzgaba el torneo de Primera División (muchas veces denominado Metropolitano) y después el Torneo Nacional. Pero la disputa del Mundial 82 modificó la temporada. Entre febrero y junio se jugó el Nacional (lo ganó Ferro) y luego de la Copa del Mundo comenzó el viejo torneo largo del que participaron apenas 19 equipos, se jugaba a dos ruedas, el primero era campeón y los dos últimos descendían (bajó Sarmiento y Union se salvó tras un desempate con Quilmes). Al año siguiente comenzaron los promedios del descenso.
El campeonato empezó el 18 de julio y debía terminar el domingo 6 de febrero. Pero en la penúltima fecha, el 29 de enero, Estudiantes recibió a Vélez, hubo incidentes, un petardo explotó en el vestuario visitante y el partido fue suspendido al finalizar el primer tiempo. Reanudó recibió el 11 de febrero y por eso los últimos encuentros de torneo disputa el lunes 14: Estudiantes venció a Talleres en Córdoba, Independiente empató 2-2 con Racing de Córdoba en Nueva Italia y Vélez derrotó 1-0 a Ferro.
Lo que sucedió aquella noche del sábado 29 de enero en la cancha de Estudiantes fue un verdadero escándalo, con protestas cruzadas. En Vélez lo dirigió Juan Carlos Lorenzo, viejo rival de Bilardo en los duelos coperos de Boca y Deportivo Cali en la final de los 70. Los rencores entre ambos estaban latentes. El Pincha le llevaba apenas un punto a Independiente y el Fortín, cuarto en el torneo, quería cortar la racha de once partidos sin perder del líder. El primer tiempo terminó 0-0 pero Vélez no salió a jugar el segundo tiempo. Hubo denuncias de rotura de vidrios, de pirotecnia arrojada dentro del vestuario y de robo de bolsos.
«El árbitro Busca fue a decirle al equipo de Vélez que saliera al campo y se encontró con la voz gangosa de Lorenzo quien le informó que no iba a salir a jugar, pues consideró que no había las suficientes garantías como para hacerlo porque manos anónimas habían Arrancado (siempre según la información de los jugadores y cuerpo técnico de Vélez) una ventaja de aproximadamente 70×50 centímetros por donde habían ingresado dos individuos que se llevaron un bolso con equipos y el botiquín”, se lee al día siguiente en Clarín.
El Tribunal de Disciplina trabajó en tiempo record y el 8 de febrero sacó un fallo de cinco páginas, decidió la siguiente del partido, multó a Vélez en 80 millones de pesos («La serenidad, el ponderado equilibrio, el sentido de responsabilidad, estuvieron ausentes en Vélez Sarsfield, cuyo técnico en un acto más emocional que racional, difuminó su equipo”, se lee entre los argumentos), a Estudiantes en 20 millones y suspendió por 21 días al árbitro Busca.
En el último párrafo de la sentencia, marcó posición: «Para aquellos que desde el anonimato pretenden torcer un resultado deportivo, como para quienes declinan en sus responsabilidades o pretenden sacar provecho de situaciones caóticas, esta sentencia debe alertarles que no han de prosperar las deslealtades, ni los ardíes ni nada de lo extra-deportivo, porque así y solo así, se ha de sanear la actividad y se le restituirá la confianza, la credibilidad y el respeto que el asistente público se merece”.
La segunda jornada se juega el 11 de febrero y gana Estudiantes 1-0 con el ganador de Tata Brown de cabeza faltando cinco minutos. El triunfo le permitió mantener el punto de ventaja sobre Independiente y llegar a la última fecha con la necesidad de ganar en Córdoba para evitar un empataba y ganaba el Rojo) o la pérdida del título. Pero ganó 2-0, dio la vuelta olímpica y despidió con honores a Bilardo en breve comenzaba su ciclo como entrenador de la Selección Argentina.