Anorexia nerviosa, bulimia, trastorno por atracón compulsivo… Los efectos deletéreos de la pandemia de la Covid-19 y los periodos de confinamiento se seguirán sintiendo sobre la salud mental, en particular los trastornos alimentarios (TCA). Han aumentado considerablemente desde 2019, según varias publicaciones internacionales. Un estudio realizado por el equipo de Pierre Déchelotte, jefe del departamento de nutrición del Hospital Universitario de Rouen, con 8.900 estudiantes, publicado en Nutrición y metabolismo, en febrero de 2022, mostró una duplicación de la prevalencia de DE entre 2009 y 2021.

“Clínicamente, todavía estamos en la cima de la ola. No parece estar estabilizándose», señala Nathalie Godart, presidenta de la Federación Francesa de Anorexia y Bulimia (FFAB) y psiquiatra infantil de la Fundación Salud de los Estudiantes de Francia. Sobre todo, han aumentado las formas graves.

Casi un millón de personas en Francia favorecerán los trastornos alimentarios caracterizados, según datos de la FFAB, resultantes de una síntesis de la literatura internacional. Esta es una estimación baja. Si tenemos en cuenta los llamados trastornos “no específicos” –es decir, alteraciones en la conducta alimentaria que no cumplen todos los criterios diagnósticos–, se ven afectados un 20% de mujeres y un 15% de hombres. Entre ellas, determinadas conductas consistentes en la restricción y/o evitación de determinados alimentos que pueden llegar hasta la afagia total en los casos más graves, como en ocasiones en la emetofobia (miedo a vomitar) o la fagofobia (miedo a atragantarse al comer). “Pueden tener graves consecuencias relacionadas con la desnutrición, como en la anorexia nerviosa de aparición temprana”observa Coline Stordeur, directora del centro restrictivo TCA para niños en el hospital Robert-Debré (AP-HP).

“Desestigmatizar a las personas que lo rechazan”

“Los ED son condiciones severas, mal entendidas, muy poco detectadas”alerta la FFAB, con motivo del Día Mundial de la TCA, viernes 2 de junio, cuya el tema es «Free the Word»para subrayar el papel crucial del séquito. “Más de la mitad de estas personas no tienen acceso a atención especializada, por falta de identificación efectiva y suministro médico insuficiente”continúa la federación.

“Hablar de eso es dar a conocer el TCA, desestigmatizar a la gente que podría, que se abriera al respecto, y decir que ayudas y tratamientos existentes »insiste el profesor Godart, porque, como muchas enfermedades psiquiátricas, cuanto antes se atiende a las personas, más rápida es la recuperación.

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