Valérie Pécresse no retrocederá. A pesar de la amenaza que podría pesar sobre los Juegos Olímpicos, el presidente de Ile-de-France Mobilités (IDFM) se niega a retrasar la apertura a la competencia de los autobuses parisinos, de los que la RATP tiene el monopolio hasta finales de 2024.
“Existe el riesgo de un movimiento social que perturbe los Juegos Olímpicos porque la RATP tiene el monopolio. Pero, dada su ética, no imagino que esta gran empresa pública no esté a la cita de un acontecimiento planetario donde está en juego la imagen de Francia.explícameloa mí Pécresse en una entrevista con Figaro para ser lanzado el miércoles. “Aplazar la apertura a concurso porque una minoría de la plantilla podría tomar de rehenes a los usuarios es ceder al chantaje”ella juzga, señalando que un informe no protegería de“un conflicto social posterior”. “Hoy es imperativo tranquilizar a los agentes de la RATP sobre las condiciones para implementar la competencia”insiste el elegido (LR).
La izquierda opuesta
La oposición de izquierda lleva varios meses haciendo campaña contra la llegada de la competencia o a favor de su informe, creyendo que el proceso de apertura del mercado ya ha incidido en las dificultades actuales de la RATP y que el fin del monopolio de la RATP en los autobuses podría tener consecuencias para la organización de los Juegos Olímpicos, seis meses antes. “Si hay algún problema, estoy abierto a que el Estado, como está fijado en la ley, posiblemente revise esta fecha. (…). soy pragmatico Podemos discutir, podemos cambiar »reveló, jueves, el Ministro Delegado de Transportes, Clément Beaune.
“Si el gobierno quiere cambiar la ley, puede hacerlo. Pero eso sería en detrimento de los viajeros”explica Valérie Pécresse en Figaro. “Respeto escrupulosamente la ley, que ya es muy favorable a la RATP (…). Estamos listos y a tiempo”agrega, señalando que los requisitos sociales se habían planteado en las licitaciones.
“Abrirse a la competencia en todos los sectores trae una mejor oferta a un mejor precio”dice el santo patrón de los transportes de Ile-de-France, para quien “la RATP es un monopolio en quiebra”. “La degradación del servicio demuestra que el sistema funcionaría mejor con competencia”asegura, refiriéndose a las dificultades actuales de la RATP, que lucha por hacer funcionar bien los buses y metros. “En un mercado abierto a la competencia, Ile-de-France Mobilités tendría la posibilidad de cambiar de operador cuando el servicio está mal prestado”ella afirma.