Hace tan solo unos meses, un equipo de científicas catalanas emprendió un curioso viaje con tonalidades extraterrestres. A mediados de abril, grupo formado por astrofísicos, biólogos, ingenieros, matemáticos y periodistas aterrizó en un ‘simulador marciano’ ubicado en pleno desierto de utah (Estados Unidos) y Durante 12 días duraron en las mismas condiciones en las que, algún día, podrían vivir los futuros habitantes del planeta rojo. «Ha sido toda una aventura», explican entusiasmados los integrantes de la primera misión Hypatia, ya de vuelta a Barcelona, ​​​​tras anunciar la convocatoria de una segunda expedición de catalanas en Marte en 2025.

La explicación de Segun Mariona Badenas-Agusti, el comandante de esta primera misión Hypatia, la ‘estancia’ en Marte ha estado especialmente marcada por las restricciones. «Hemos tenido que reducir nuestro consumo de agua, Comedia de la ración allá restringir las comunicaciones con la Tierra tal y como ocurriría si estuviéramos realmente en Marte”, argumentó Badenas-Agustí durante la presentación de los resultados es esta misión, celebrada este viernes en La Pedrera. “Había días en los que echabas de menos una buena ducha pero, por suertudo, gracias a la ayuda de las demás compañeras ni siquiera estas limitaciones fueron un obstáculo para la misión», comenta Nuria Jar Benabarreperiodista a bordo de este proyecto, en una entrevista con EL PERIÓDICO.

menú marciano

Durante la estancia en el simulador marciano, los tripulantes de la misión Hypatia consumieron un medio de 13,4 litros de agua diarios (menos del 12% respecto al consumo diario de un ciudadano de Barcelona). El menú consistía principalmente en productos deshidratados (como queso rallado deshidratado, huevos, frutas y verduras) y, en menor medida, en comida fresca cultivada en el propio invernadero de la estación marciana (y que, según apuntan los estudios realizados hasta la fecha, son compatibles con los futuros cultivos extraterrestres donde se necesitarán especies que crezcan rápido y que requieran pocos recursos).

Según explican los ‘astronautas’, durante la misión reconsideraremos 713 gramos de pepino, 498 gramos de tomates cherry, 269 ​​gramos de brotes verdes para ensalada y varias plantas aromaticas como, por ejemplo, 14 gramos de mente y 1 gramo de albahaca. «Comimos una media de medio cherry cherry por persona al día», comenta Laia Ribas, responsable del invernadero. Las científicas catalanas también abandonaron plantados alimentos que, en futuro, cosecharán los siguientes de este habitáculo marciano desarrollado por la Mars Society en el que se puede encontrar desde un laboratorio de biology y geologie hasta varios espaciales observatories, salas para desarrollar proyectos de ingeniería y zonas de convivencia para las tripulantes.

«Comimos cerca de medio tomate cherry por persona al dia»

conexión del pecado

Una de las partes más emocionantes de esta misión, según explican las propias tripulantes, fueron las salidas extravehiculares. Es decir, las excursiones por el ‘suelo marciano’. Siguiendo con la lógica de la simulación, cada vez que las científicas querían sucio de su habitáculo extraterrestre tenían que seguir un stricto protocolo de seguridad, plan paso por paso el recorrido y enfundarse en trajes espaciales (con escafandra incluida). “Cuando pisé ‘suelo marciano’ por primera vez, contra todo pronóstico, sentí mucha tranquilidad. sentía que nada podía ir mal«, explicación Carla Conejo Gonzálezdirector general de la misión.

«Cuando pisé ‘suelo marciano’ por primera vez, contra todo pronóstico, sentí mucha tranquilidad»

Carla Conejo González

noticias relacionadas

Other de los factores que más ha marcado esta misión ha sido la restricción de comunicación. Las tripulantes de este proyecto, de hecho, pasaron de estar permanentemente conectados a sus móviles (como ocurre en casi todos los rincones de la Tierra) para poder conectarse a internet durante un máximo de tres horas diarias (tiempo que, en su mayoría, tuvo que dedicar a la preparación de informes científicos sobre las misiones a bordo y las salidas extravehiculares). Durante su estancia en Marte, además, las científicas tampoco podrán comunicarse en tiempo real con familias y amigos porque, siguiendo en la lógica de la simulación, «las señales tardarán entre 3 y 20 minutos por viajar entre Tierra y Marte«.

«Uno de los recuerdos más bonitos que me llevo de esta misión es la sensación de equipo que creamos entre todas»

Ariadna Farrés Basiana

«Uno de los recuerdos mas bonitos que me llevo de esta mision es la sentimiento de equipo que creamos entre todas«, explicación Ariadna Farrés Basiana, responsable de salud y seguridad de Hipatia. “Todas nos ayudábamos tanto en las salidas extravehiculares como en los experimentos científicos.