No siempre lo consigue, pero lo habitual es que el comportamiento de los consumidores se ajuste a los vaivenes de la coyuntura. Esta línea entre comportamiento y razón se perfeccionará con la evolución registrada en 2022 con las hipotecas. El año fue espectacular. ¿La razón? Es posible que los consejos de interés batieran registros de moderación y, así, en febrero de 2022 el euríbor marcaba un tipo del -0,35%. Por el contrario, el fin de año y el principio de la presentación mostraron un sensible cambio de tendencia muy. Las hipotecas firmadas han perdido ritmo y el porcentaje de las suscritas a tipo fijo se han reducido hasta el 65%. ¿Para que? Pues porque el euríbor se haido al 3,6% marcado ayer. Con todo ello, el esfuerzo financiero de las familias se nos ido al máximo de la última década. ¿Que pasará ahora? Todo depende de cómo evolucionen los tipos, se decide, cómo se comporta la inflación. Ayer mismo sabíamos que en Europa se han moderado los precios, pero la moderación tan solo afecta a la inflación general y se apoya en el desplome de la energía. Por el contrario, el subyacente permanece impávida e insensible a los deseos de los gobiernos ya las aspiraciones de los ciudadanos. Sí, la inflación subyacente es donde los bancos centrales deben evitar sacar a flote la política monetaria. Esto de la inflación es un asunto crucial que requiere un análisis muy detallado, como el realizado por el Banco de España, que demuestra la dirección equivocada de los planes de ayuda que han tenido un fuerte sesgo regresivo al beneficiario más a las rentas medias y medias- Altas que a las bajas, como era su intención inicial. The responsabilidad of tan singular comportamiento recae en el diferente impacto que tienen los precios sobre las distintas capas de renta. El patrón del consumo cambia con el nivel de ingresos y las subidas han sido superiores en aquellos productos y servicios que más demanden las rentas media-bajas y bajas. Conocer esos comportamientos es una exigencia para mejorar la eficacia de los planes de ayuda. Pero su mejor demanda para aceptar la realidad y reconocer el error en el disparo social. Hasta ahora, esto de reconocer errores no es una virtud que se incluye de serie en el amplísimo catálogo de virtudes que ornamentan à nostros gobernantes. Espero que cambie.