Vladyslav L. tenía 17 años al comienzo de la guerra en Ucrania, o más precisamente desde «la guerra antes de la guerra», el de Donbass, iniciado en la primavera de 2014, en el este del país. En ese momento, vivía en un pueblo cerca de Donetsk, una de las principales ciudades de la región, y cayó bajo el control de las fuerzas rusas y las de los separatistas ucranianos. Durante tres años, sirvió a sus órdenes, antes de cambiar de bando y unirse al ejército ucraniano. En el mundo blanco y negro del conflicto, Vladyslav L. está en la zona gris, uno de esos soldados perdidos entre las líneas del frente, esos que nadie quiere ver. Ni Kyiv ni Moscú.

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En este mes de enero, el joven fue comparado por «participación en un grupo terrorista» ante un tribunal de la capital ucraniana, bajo la nieve y las bombas. Sus abogados, Nazariy Vovk e Ivan Bernatskyi, ambos secretarios judiciales, tienen la misma edad que él, 26 años o un poco más, el «generación de guerra». Ellos son los que cuentan su historia.

Así que en 2014, cuando estalló el conflicto en el Donbass, la familia L. vivía de poco: un hermano enfermo, un padre muerto, la casa funcionando con los 150 euros de la madre, una cuidadora. Vladyslav L. aplicó a todas las empresas de la zona. Nada. En la región, las minas de carbón o la siderurgia, orgullos locales de la época de la antigua Unión Soviética, siguen colapsando. Estamos compitiendo a los treinta por el lugar de un soldador.

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Para empeorar las cosas, tiene una reputación peligrosa: los pro-rusos sospechan que Vladyslav L. es pro-ucraniano. También lo arrestaron, lo interrogaron, lo golpearon y finalmente lo liberaron cuando su madre llegó llorando al puesto de control.

Un amigo le aconseja que solicite 7mi regimiento separatista en Donetsk. El 25 de junio de 2015, el día que acababa de cumplir 18 años, se convirtió en lanzagranadas por 15.000 rublos al mes (unos 200 euros). Sirvió hasta 2018, luego zarpó hacia Rusia, en busca de una nueva vida. Regresó sin un centavo tres años después, después de algunos trabajos de construcción. Vladyslav se muda con una tía a Zaporijia, a orillas del Dnieper. Aquí es donde lo recoge la guerra, la del 24 de febrero de 2022 esta vez.

Durante el juicio de Vladyslav L., un exsoldado de la República Popular de Donetsk, en Kiev el 11 de enero de 2023.

El exsoldado separatista decide entonces volver al servicio. Pero no en las filas prorrusas: se presentó en el centro de reclutamiento militar ucraniano en Zaporijia. Dans la folie des premiers jours de l’invasion, tous ceux qui détiennent savent un fusil sont enrôlés, sans plus de contrôle : Vladyslav L. est parachuté commandant à la division 36, brigade 60. Dans le Donbass, son nom de guerre était « Pequeña flor ». Tienes que «Malotru» cambiándote de uniforme, como el héroe de la Oficina de Leyendasla serie francesa.

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