Casi una cuarta parte de su nombramiento en el Consejo de Ministros, Luc Rémont no la ha cortado. En el escritorio, el nuevo jefe de EDF presentó, el viernes 17 de febrero, los peores resultados anuales en la historia del electricista. Contrariamente a los 5.100 millones de euros de beneficios de 2021, el grupo lamenta una abismal pérdida neta de 17.900 millones de euros en 2022. Al mismo nivel que los desastres industriales de France Telecom o Vivendi, a principios de los años 2000. Todo ello a pesar de Ventas impulsadas por la crisis de los precios de la energía: 143.500 millones de euros (+70% de un año a otro). Todo ello acompañado de una deuda, también sin precedentes, de 64.500 millones de euros.

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Dos factores tienen «fuertemente sancionado» compañía», dice el Sr. Rémont. En primer lugar, la considerable caída de la disponibilidad de su parque nuclear y, en consecuencia, de su producción: 279 teravatios hora (TWh), muy lejos de los 430 TWh de 2005. Nunca había caído tan bajo desde 1988, cuando el operador aún no había completado la puesta en servicio de su flota actual de reactores.

Detectado en las tuberías auxiliares, a finales de 2021, un fenómeno de corrosión bajo tensión provocó paradas prolongadas para controles o mantenimiento. Empezando por los de los reactores más potentes, el par de Civaux (Vienne) y el de Chooz (Ardenas). A esta caída de producción se suma la hidráulica (32 TWh, −22%), a diferencia de la eólica y la solar (casi 25 TWh, +18%).

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El segundo factor es el “Medidas regulatorias excepcionales implementadas en Francia en condiciones de mercado difíciles”, según Luc Rémont. En otras palabras, al escudo arancelario del gobierno. En nombre del poder adquisitivo de los hogares frente a la inflación, el ejecutivo elevó el volumen del Arenh, el acceso regulado a la electricidad nuclear histórica. Desde una ley de finales de 2010, EDF tiene la obligación de vender parte de su electricidad nuclear a un precio fijo a proveedores alternativos. Un dispositivo originalmente activado para cumplir con las Directivas de reembolso del mercado europeo.

«Veneno» de Arenh

En tiempos de precios altísimos en el mercado mayorista, esta combinación de pérdida de producción y venta a precio de derribo resultó ser una trampa diabólica. Ya en 2021, el ex director ejecutivo, Jean-Bernard Lévy, por una vez de acuerdo con la intersindicale, describió el mecanismo de Arenh como » veneno «.

La eliminación del techo del volumen inicial de esta electricidad a precio de derribo ha supuesto, de hecho, un déficit de 8.000 millones de euros en 2022, según el electricista. EDF no solo produjo menos energía nuclear en 2022, sino que el accionista estatal le pidió que liberara 120 TWh en lugar de 100 TWh bajo Arenh. Eso es el 43% de la producción, aunque eso signifique tener que volver a comprar el excedente ya vendido en el mercado mayorista a un precio elevado… y luego revenderlo hasta seis veces menos.

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