Apreciado por los coleccionistas, expuesto en los museos, el sillón Paimio, también llamado icono del sillón 41, es un icono del diseño… Creado por Alvar Aalto (1898-1976), arquitecto brillante y luego principiante, una hazaña técnica en la que la madera se trabaja como una cinta flexible, este asiento excepcionalmente cómodo debe su inspiración al estilo Art Nouveau. A diferencia de la mayoría de sus colegas versados en el racionalismo, Alvar Aalto no rechaza la curva, la domestica. En un momento en que los diseñadores han abandonado en su mayoría el cuidado y la ergonomía, este sillón diseñado en 1931, cuyas versiones de época se subastan por más de 12.000 euros, está ahí para recordar los fundamentos del diseño, es decir, el diseño de muebles ergonómicos e inclusivos. Así nació el sillón 41 en el sanatorio Paimio, un curvilíneo establecimiento para enfermos de tuberculosis, que integró en medio del bosque a una hora de Helsinki.
Alvar Aalto imaginó un marco curvo en abedul claro (abundante en Finlandia), sobre el que se fijan un asiento y un respaldo hechos de una sola pieza de madera contrachapada pintada de negro. La técnica de la madera doblada y la madera laminada encolada, utilizada para el conjunto de este asiento de líneas fluidas, desarrollada con el ebanista Otto Korhonen, es frecuente en sus piezas. Aalto también había calculado que el ángulo de inclinación del asiento facilitaría la respiración del paciente y le permitiría beneficiarse al máximo de los rayos del sol durante su tratamiento en el sanatorio. Pero el arquitecto también trabaja en la dimensión higiénica de este equipamiento «colectivo», un valor reciente sobre el que están trabajando muchos modernistas. Por eso optó por la madera lacada, una superficie lisa que, combinada con una forma continua sin ángulos, facilita la limpieza.
En 1935, Alvar Aalto fundó con su esposa, Ainio, una editorial, Artek (Arte y Tecnología), para producir los muebles que diseñó. Entre las primeras piezas que produjeron, el sillón 41 se hizo popular muy rápidamente, ya que, a pesar de la falta de acolchado, el asiento elástico y la flexibilidad del abedul producían un asiento cómodo. Adquirida por el gigante de muebles de alta gama Vitra, Artek continúa produciendo su sillón Paimio en Finlandia. Sigue siendo un éxito de ventas de la marca sin que la mayoría de los clientes conozcan sus orígenes higienistas y su antigüedad.