Hay reputaciones lejos de ser usurpadas. El que quiere que el estadio de San Siro sea la «Scala del Calcio» es uno de ellos. Como en la venerable ópera milanesa que le valió este apodo, el miércoles 10 de mayo la acústica fue increíble, las voces imperiales, el espectáculo sobrecogedor. Una experiencia sin duda sublimada por el cartel de la tarde: un derbi entre los hermanos enemigos del AC Milan y el Inter, en la ida de semifinales de la European Football Champions League. «No un derbi, sino «el» derbi»había insistido el entrenador de la nerazzurriSimone Inzaghi, antes del partido.

Lea también: Revive la primera semifinal AC Milan-Inter, ganada por los nerazzurri

Más de setenta y cinco años, las dos formaciones del mismo recinto, pero para el Acto I de este doble enfrentamiento, el Giuseppe-Meazza, de su nombre oficial desde 1980, era de hecho San Siro, como siempre los he seguido llamando. Rossoneri. Sarà posado tifiamoel himno de los ultras, entonado por decenas de miles de voces en el anuncio de la composición del equipo, se alza forrado de rojo y negro, tifo gigante que representa «il diavolo», símbolo del club, que cubre todo el contorno del estadio… Sin duda, estábamos en la guarida del AC Milan, el equipo anfitrión.

Aún así, con el pitido final, fueron los aproximadamente 7.000 tifosi de los rivales interistas los que celebraron. En el marcador: 2-0 a favor de los “visitantes”; su primera victoria en cinco enfrentamientos en la máxima competición del fútbol europeo, tras dos empates en semifinales de la temporada 2002-2003 y dos derrotas en cuartos en la 2004-2005.

Un primer período “extraordinario”

Preguntada en rueda de prensa, dos días antes de la fecha límite, sobre la receta para ganar este duelo fraternal, Simone Inzaghie resumió: “Tendremos que usar la cabeza y el corazón. No tengo preocupaciones por el corazón, pero también será necesario usar la cabeza, porque habrá imprevistos. » Lo que no se esperaba era que a menos de un cuarto de hora del inicio del partido, el AC Milan tenía la espalda contra la pared.

A las 8mi minuto, al recibir un saque de esquina de Hakan Calhanoglu, Edin Dzeko remata de volea. El disparo del bosnio hace temblar las redes de Mike Maignan, el portero rojinegro francés. Un silencio sepulcral cae sobre San Siro… Finalmente, sobre tres cuartos de San Siro, porque la Curva Nord, el turno de los ultras del Inter, por el contrario, exulta. EL nerazzurri conduce 1-0.

Apenas después, Nicolo Barella recupera el balón en el centro del campo, luego desplaza a Federico Dimarco, quien sirve de regreso a Henrikh Mkhitaryan. El armenio lastra la marca (11mi). Misma escena en la grada: 2-0 para negros y azules.

Te queda el 47,84% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.