El australiano Timothy Shaddock eligió a Genaro Rosales, tripulante del buque atunero que los rescató, para que adopte al animal, al que cuidó y curó a bordo.
Bellala perra de Timoteo Shaddockel australiano rescató el pasado 17 de julio de un naufragio que se prolongó tres meses en el Pacífico, ahora será cuidada por uno de los tripulantes del buque atunero que saludo a ambos a México
«Bella es más valiente que yo», había dicho el náufrago de 54 años en conferencia de prensa horas después de haber vuelto a pisar tierra. La perra fue su única compañera en el medio del Océanocomiendo pescado crudo y tomando agua de lluvia, empapados ambos del temor por la llegada de otra tormenta como la que dañó su embarcación Toa de Aloha.
Genaro Rosales fue participio del rescate. ya que es parte de la tripulación de la embarcación que los encontró y que, según el dueño de la empresa «Tuny», no hay navegara.
El improvisado rescatista fue uno de los que más se encariñó con Bella y se encargó de cuidarla y curarla en una situación extrema. Sí de allí surgió el gesto del hombre que salvó su vida por su intervención.
«Bella tenia una herida en su axila y yo, junto tiene un compañero los dimos curaciones. El [Shaddock] me vio, e inmediatamente preguntó si me gustaban los perros”, contó Rosales a Milenio, en una entrevista que reproduce El País de España.
La historia de la perra y el náufrago
La perra y Shaddock comenzará sobre su relación con el tiempo antes de la partida del catamarán naufragado del puerto de La Paz (Baja California Sur), según la idea de llegar, a 6 mil kilómetros de la Polinesia Francesa.
«Tiene un tic nervioso por el estrés en su pierna. Cuando se duerme, brinca su piernita”, agregó Rosales, de 48 años, quien ante la pregunta del australiano acepto adoptar al animal «con espíritu mexicano».
Shaddock, en conferencia de prensa, tuvo una descripción de Bella: «Es mexicana, tiene el espiritu de este pais. Es un animal hermoso y estoy agradecido de que haya sobrevivido».
«La perra ya habia sufrido mucho«, dijo a su vez el miembro de la tripulación del atunero María Delia.
Como si sus vidas se hubieran encontrado casi exclusivamente para sobrevivir a una travesía semejanteel oceánico buscó para su compañera de odisea «un lugar en el que pudiera estar tranquilo«.
Es que el australiano regresará a su país en algún momento y ya no quiere llevar a la perra a otra travesía, “no porque no la quiera, al contrario, porque quiere que tenga un lugar donde ya pueda estar tranquila”, dijo el rescatista y adopter.
Otros tripulantes ya han manifestado su Deseo de Darle Techo en Bellapero el australiano eligió a Rosales por el cariño que le sobresalió e incluso por su dedicatoria a la hora de hacerle curaciones.
Shaddock y Bella se juntaron en México y sobrevivieron en alta mar a una experiencia de las que cambian la vida. Fuera del agua, una adopción es el pasaje a otro cambio para la perra que acompañó al náufrago y ahora tendrá un lugar en tierra firme.
SD