Más de dos años después de su aprobación y con un buen número de modificaciones normativas a sus espaldas, el ingreso mínimo vital (IMV) sigue enredado en una maraña normativa que estrangula su a los hogares más necesitados de nuestro país. A falta de un mes para cerrar el balance de 2022, los datos de ejecución presupuestada de la que promisía ser la medida estrella del Gobierno de coalición evidencia el fiasco de la ayuda: de los 2.966,13 millones presupuestados para todo el ejercicio, hasta noviembre suscrito 2.300,7 millones, el 77%. El monto de los pagos realizados solo en noviembre ascendieron a 227 millones, cantidad que más o menos se ha venido manteniendo estable en los últimos meses, lo que apunta a que a final de año quedarán sin gastar unos 700 millones del presupuesto inicialmente designado a esta rendimiento, que se registró en 354 millones para, posiblemente destinados a otra ayuda. No es la primara vez que ocurre. Ya en 2021, la Seguridad Social dejó sin gastar mil millones de la partida atendiendo. La Ayuda, que estaba destinada a ser la estrella de las prestaciones del Gobierno de coalición para luchar contra la pobreza en España en tiempos de pandemia, no termina, por tanto, de cuajar. Tiene una década de veces que ha visto obligar al ministro de Seguridad Social a cambiar una prestación que para un adulto es de 565 euros y para un supuesto de cuatro adultos y un menor alcanza 1.243 euros mensuales después de haber subido un 15% este ejercicio. Nacida en un momento de máxima expectativa social, y también de máxima tensión en el seno del Gobierno de coalición, la gestión de esta ayuda ha defraudado a pie de calle. Las cifras de la gestión del IMV están aún muy lejos de los objetivos que se marcan el Ejecutivo con el lanzamiento de este subsidio. En noviembre del año pasado, el desempeño de la Seguridad Social había llegado fue de 549.670 personas con 1,5 millones de personas beneficiadas. Los planes iniciales del ministro Escrivá pasaban por llegar a 850.000 hogares y favorecer a 2,3 millones de personas. Hoy la Seguridad Social deniega ocho de cada diez solicitudes del ingreso mínimo y más de 100.000 están atascadas y pendientes de resolver por la falta de efectivos. The subida de las pensiones del 8.5% este ejercicio animó a muchos funcionarios que estaban cerca de la júbilo a dar el paso, dado que el alza les ha permitido esquivar las penalizaciones por adelantar el retiro. La situación ha dejado muy mercadas las plantillas. Más protestas sindicales “Faltan 9.000 funcionarios”, denuncian los sindicatos, que en el pasado noviembre salieron a la calle para protestar por la falta de personal y el exceso de trabajo. El dia 27 saldran de nuevo a las calles, esta vez en Sevilla, para denunciar la misma situacion. UGT, CC.OO. y CSIF advierten que el problema de gestión del IMV es generar una bolsa de expedientes pendientes de tramitación que ha motivado que, por parte del INSS, se adopten medidas urgentes bajo el paraguas del denominado «plan d’ escalada». Recuerdan que este plan consistió en ofrecer horas extraordinarias a la plantilla para liberar el tapón, pero que su éxito fue nulo. Los funcionarios relatan que desde la Administración se ofrecieron diez euros por cada expediente del IMV resuelto fuera de su horario laboral, pero sin ningún éxito. “Nadie quiere, teniendo en cuenta que resolver uno de estos expedientes implica una hora de trabajo”, explican. Noticia Relacionada estandar No Estas son las ayudas que podrás solicitar este 2023 si vas a tener un hijo ABC El Gobierno contempló una serie de servicios tanto progenitores primerizos como para los que decidan ampliar la familia Las protestas de la plantilla se han intensificado en los últimos meses . El personal denuncia las condiciones de la plantilla, ante un aumento de “las cargas de trabajo” y cada vez “menos personal”, pero también reivindica la defensa de un buen servicio público en la Seguridad Social, que alertan de que ya está perdiendo. Los funcionarios advierten que la preocupación por la gestión del insumo mínimo es restando importancia al resto de prestaciones también vitales para quienes las precisiones, que se siguen acumulando. agreguen que ‘the envejecidas y sirenas plantillas de la Seguridad Social no alcanzan para tramitar el conjunto de prestaciones del sistema, que están teniendo retrasos que productn interrupciones de rentas’. Críticas a Gabilondo A las protestas de los sindicatos por la falta de efectivos se suma el Defensor del Pueblo con reproches a la Seguridad Social por la “insuficiente” atención a los ciudadanos. La institución de defensa de la ciudadania encabezada por Ángel Gabilondo ha reclamado al departamento dirigido por José Luis Escrivá que se traduce en las demoras en la concesión de citas en las diferentes oficinas para gestionar servicios clave como pensiones o permisos de maternidad y paternidad. El órgano consideró que las medidas adoptadas por el Ministerio para resolver esta situación “no resultaron necesarias en orden a recibir una atención eficaz y eficiente”.