El Gobierno reconoce que hay deficiencias en el funcionamiento de la Seguridad Social pero descarta que se haya producido un colapso en la gestión de los servicios que prestan los organismos públicos. Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, Explicó este miércoles en el Congreso que el funcionamiento es correcto y las ayudas y prestaciones se conceden en tiempo y forma. Rechaza las denuncias de los usuarios y de los sindicatos del propio colectivo, como CSIF, que critican los retrasos ante la situación de abandono de la plantilla, que el Ejecutivo atribuye al anterior gobierno popular.

Sin embargo, lo más flagativo de la intervención del ministro Escrivá está en el reconocimiento de que buena parte de los problemas de fondo de recursos humanos en la Seguridad Social está en el remuneración que estos reciben, más baja de medios que la de otros trabajadores de las mismas organizaciones en sus ramificaciones autonómicas y provinciales. «Y no le voy a decir ya respecto a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, sobre todo en el cuerpo de Inspectores e interventores del Estado» apuntó el titular de Seguridad Social en la respuesta a la interpelación urgente plantada por el PP a raíz de las Quejas por el colapso del sistema, que según los sindicatos provoca retrasos de hasta tres meses en la gestión de las ayudas.

En este sentido, el Gobierno apunta que este problema de remuneraciones está alejando a los opositores de los puestos técnicos de la Seguridad Social. Y explica que el Ejecutivo trabaja junto con la Agencia Tributaria en planes para dar la vuelta a esta circunstancia y hacer más atractivas las plazas de funcionarios de la Seguridad Social.

“Tenemos un problema con la remuneración de los funcionarios de la Seguridad Social, que es una reivindicación histórica ante el Ministerio de Hacienda. Las funciones de la administración central tienen en promedio unas remuneraciones mucho más bajas a la de los funcionarios de las comunidades autónomas”, señaló el ministro en la tribuna del Congreso anunciando que ante esta situación “hay que mjorar su sistema de compensación si queremos ser competitivos con otros ministerios, y no lo somos”. “Lo estamos intentando arreglar”, señalaba en relación a estos planes para atraer opositores a los exámenes para técnicos de Seguridad Social.

“La compensación es importante. Es muy relevante para el diagnóstico. No cubrimos suficientes lugares, podemos seguir ampliando el número de oposiciones pero no vienen opositores. Estamos llevando a cabo iniciativas desde diferentes alrededores”, sentenciaba Escrivá.

Plazas reducidas

De hecho, otro de los aspectos que planta como puntos de mayor que pueden incentivar la profesión es la reducción de los plazos para la realización de las oposiciones, que en estos momentos oscilan en torno a los tres años hasta acceder al puesto de trabajo.

“Estamos reduciendo los tiempos en los que se realizan las oposiciones. En siete años del PP solo se crearán 1.500 plazas y no se vulnerará la necesidad de reducir los tiempos de realización de la oposición. Podemos reducir uno 30% los tiempos de ejecución de la oposición”, apuntaba sobre el tema de los plazos.

Aquí, hizo referencia el ministro a que entre 2012 y 2018 creó 1.500 plazas. Desde 2019 hemos creado 5.000 plazas y este año otras 2.000 plazas a las que se sumarán las 2.000 de interiores. Los medios de plazas creadas es diez veces más por año (que con el anterior Gobierno). «El problema es que hay un enorme agujero de partida», señala.

“Anécdotas de periódico”, no colapso

Cabe recordar que l’interpelación nació a de la denuncia de colapso de los servicios que ofrece la Seguridad Social para la tramitación de ayudas como el aporte vital minimo si cansado pensiones de júbilo. Sobre este punto, Escrivá se esforzó en despejar las dudas sobre la calidad de las gestiones realizadas por las organizaciones públicas.

Sí más, el Gobierno echa la vista atrás para dar cuenta y justificar las disfunciones que sí reconoce que existen, y que han agravado tras la pandemia. En este sentido, la Seguridad Social había perdido entre el año 2012 y 2018 entre una cuarta y una quinta parte de sus efectivos, que tienen una 57 años edad media. “En esta situación, protección contra más de 3 millones de trabajadores con ERTE y un millón y medio de autónomos con prestaciones extraordinarias y con el beneficio de la aportación mínima vital”, ensalzaba Escrivá.

E insistía el ministro de la Seguridad Social en que se está cumpliendo la continuidad del alquiler. “Esto significa que si una persona se jubila, sabe que al mes siguiente tiene su pensión y no hay ningún período en el que no reciba ingresos. Eso no pasa con las pensiones no contributivas que pagan las comunidades autónomas, donde se espera de media seis meses hasta que se concede la pensión”, argumentaba.