En promedio del peor episodio inflacionista en 40 años, que ha llegado ha aumentado el IPC al entorno del 11%, con subidas del precio de los alimentos superiores al 17% y con un puñado de componentes acumulando subidas por encima del 20%, alrededor de una docena de los cerca de 200 subgrupos de bienes y servicios que el Instituto Nacional de Estadística (INE) inspecciona para elaborar mes a mes el Índice de Precios al Consumo (IPC) no sólo no se han contagiado de la espiral sino que han reducido incluso sus precios de un año a esta parte. Algunos lo han hecho por las condiciones del mercado, otros por decisiones regulatorias, otro grupo por el efecto de comparación con subidas previas sin precedentes, pero lo cierto es que se han abaratado en el curso de los últimos doce meses.
El caso mas claro es el de los transporte colectivo. Según el último dato de IPC difundido este viernes por el Instituto Nacional de Estadística, la rebaja de precios en este segmento ha sido generalizada. Al calor de las aprobadas por el Gobierno para fomentar el transporte public ante el encarecimiento del precio del combustible, los precios de los billetes se han abaratado de forma significativa tanto en el transporte de pasajeros en bus y coach (-25%), como en el metro o tranvía (-24,2%) o también en el transporte de pasajeros en tren (-6,6%), donde además ha coincidido también la activación de la liberalización del transporte ferroviario de pasajeros con la entrada de nuevos operadores en determinados trayectos de alta velocidad que se ha convertido en una mayor competencia tarifaria. El precio de los bonos de transporte costó un 47% desde mayo de 2022.
Tal por esa competencia en precio, alimentada a golpe de ayudas públicas, de otros modos de transporte, los trayectos nacionales en avión también han experimentado una bajada de precios de un año a esta parte, del 1.4%, que no ha alcanzado los vuelos internacionales, que han encarecido un 6,6%.
Esta rebaja tarifaria en el transporte ha sido posible también gracias a la caída que en los últimos doce meses han experimentado tanto el precio del gasóleo (-7%) como el de la electricidad (-36,2%)aunque en este caso no se puede hablar de un abaratamiento real de precios, ya que antes de esta rebaja sus precios habían subido sin precedentes y su sonó de precios está hoy aún por encima del que tenian antes del inicio de la crisis energética que hizo de prólogo a la guerra en Ucrania.
Otro sector en el que se han abaratado los preciosos es el tecnológico. La mayoría de los bienes de valor de la inmensa mayoría de los bienes y servicios del mercado de la economía española se contagiaban del encarecimiento de la energía y del resto de los costes de producción, los preciosos de los dispositivos tecnológicos han evolucionado a la baja. Los dispositivos de telefonía móvil cuestan menos del 6,3% menos de un año, los ordenadores portátiles se reducen un 8% y los televisores y aparatos de reproducción audiovisual un 5%.
Más barato el ocio doméstico y el botiquín
Entre el grupo de productos rebajados que han bajado su precio en los últimos doce meses figuran también las gafas y liendres de contacto, que han bajado un 1,5%; la categoría de juegos y aficiones (-4,5%), en la que se agrega la evolución de los precios de los videojuegos, colecciones de cromos, cargos o juegos de mesa; y el subgrupo de otros productos médicos (-3,4%), donde se encuadran básicamente todos esos los componentes de la bota: tapones de oídos, esparadrapos, gasas, jeringillas, vendas…
Incluso dentro del grupo de los alimentos, que ha encarecido de forma muy acusada en los últimos meses, hay un subgrupo que presenta valores negativos, el de los otros aceites alimentarios, donde se encuadran variedades como el aceite de palma, de girasol, de colza , de almendras o de coco, cuyo precio se ha reducido un 26,7%. Se da la circunstancia de que en los doce meses inmediatamente anteriores había experimentado una subida del 96,2%.
