Atención, cantidad en evolución. En febrero de 2022, el gobierno estima el costo de construcción un nuevo programa nuclear de 51.700 millones de euros; una hipótesis mediana, basada en el valor del euro en 2020. Ahora sus cálculos dan un total de más de 60.000 millones de euros para construir seis nuevos reactores. Prueba de que los retos son muchos. Y las todavía grandes incertidumbres en cuanto se menciona la financiación de nuevas centrales nucleares.

¿Cuáles serán los caminos preferidos? «Por el momento, todavía estamos solo en la etapa del intercambio entre ministerios con miras a formalizar una propuesta conjunta dentro de unas semanas», insiste una fuente del gabinete de Agnès Pannier-Runacher, ministra de Transición Energética. » Hay que encontrar el marco legal compatible con el derecho europeo, estando estas ayudas de Estado sujetas al control de Bruselas., ella agrega. Antes de precisar que las conversaciones deberían iniciarse en el segundo trimestre con la Comisión Europea.

Una certeza, sin embargo: cuanto más preponderante sea la participación del Estado en el financiamiento, más reducirá el costo de capital, es decir, la tasa de interés de los préstamos. En el marco de las reflexiones franco-francesas, los arbitrajes se referirán también a la división que se hará entre la aportación de capital y la de deuda, así como la parte pagada por el consumidor y por el contribuyente. Podríamos por ejemplo «crear un impuesto que no lleve su nombre, una contribución a las nuevas nucleares que vendría de un gravamen sobre los precios de la electricidad durante los próximos diez años, si además se protege a los consumidores de beneficiarse de los precios de mercado», cree Frank Roubanovitch, presidente de Clee, una asociación que reúne a grandes compradores de electricidad y gas.

Un tema políticamente sensible

También circula la pista de financiación por parte de los ahorradores del livret A, como menciona el diario Los ecos del 9 de febrero. Tendría una ventaja, según sus defensores: hacer coincidir las misiones de la Caisse des dépôts et consignations (CDC), que ya invierte en todo tipo de energías, con el largo plazo de la energía nuclear. Para el primero de los seis posibles sitios futuros, se espera la puesta en servicio de un futuro reactor a más tardar en 2035, en Penly (Seine-Maritime). “Hasta 20.000 millones de euros en diez años, y por tanto 2.000 millones al año, la inversión podría ser absorbida por el CDC sin que la vivienda social tenga que sufrir”, agrega una persona cercana al archivo. Aún así, el tema es políticamente ultrasensible, en la medida en que el Parlamento francés tendrá la palabra, y Bruselas no dejará de examinar de cerca esta medida.

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