Era el multimillonario más joven del planeta y la comparación con Steve Jobs, pero todo terminó en un fraude monumental.
Durante 9 años, elizabeth holmes era considerada la multimillonaria más joven del planeta. Las revistas obtuvieron un vínculo con el éxito que habían tenido con su empresa de tecnología en salud con la carrera meteórica de nada menos que Steve Jobs, el fundador de Apple. Si el magnate tenía los 25 años una fortuna de 100 millones de dólares, «la nueva Steve Jobs», de entonces 32, atesoraba cerca de 4.500 millonessegún Forbes.
La gloria terminó sorprendentemente rápido. Hoy la empresaria cumple 11 años de prisión en una cárcel de Texas por defraudar a los inversores de su compañía, Theranos.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos la había declarado culpable enero de 2022 por a cargo por conspiracy y en tres por estafa por actividades fraudulentas en la empresa que había creado a los 19 años.
Holmes fue el fundador y director ejecutivo de Theranos, una startup de biotecnología dedicado a simplificar el análisis de laboratorio, que promete detectar cientos de enfermedades, entre ellas el cáncer, con una gota de sangre a través de máquinas con tecnología de punta.
Sin embargo, Holmes llegó facturando costos exorbitantes en base a estas confirmaciones. Theranos sería disuelta en 2018, pero llegó a estar valorada en 9 millones de dolares y en 2015 daba trabajo a más de 800 empleados. Fueron algunos de ellos quienes la acusarían de estafa.
El principal colaborador de Holmes y exnovio de la fundadora de Theranos, Ramesh «Sunny» Balwani, fue condenado por estafar a inversionistas y pacientes en la fallida empresa.
Holmes demostró una tenacidad excepcional durante toda su vida. Cuando era adolescente, en Texas, tomó una formación autodidacta en mandarín y comenzó una negociación de venta de software en las universidades de China. Logró ingresar en la Universidad de Stanford, pero a los 19 años consideró que no necesitaba seguir estudiando con la experiencia que ya tenía y abrió su propia empresa.
Era 2003, y la empresa llamó Real-Time Cure. Ubicada en Palo Alto, California, surgió como primer estudiante de Stanford y se financió con la cena que sus padres habían ahorrado para que completara el resto de la carrera universitaria.
Luego cambió el nombre de la compañía por Theranos (terapia más diagnóstico: «therapy» and «diagnosis»), y que la joven empresaria notaba que el término «cure» (cura, en inglés), levantaba sospechas en el imaginario social.
En 2015, todo se vino abajo cuando The Wall Street Journal reveló la estafa. El diario contó que las «máquinas de los milagros» no cumplian con lo que la empresaria prometía y que el engaño alcanzaba cifras importantes.
Como se supo después, entre los inversores y otros involucrados establecidos por el magnate Rupert Murdoch, al exsecretario de Estadounidense Henry Kissinger y otro exsecretario, en este caso de Defensadurante el mandato de Donald Trump, James Mattis; el expresidente Bill Clinton, el fundador de Oracle, Larry Ellison, y el megamillonario mexicano Carlos Slim, quienes invirtieron en Theranos.
holmes había mentido sobrio su desarrollo tecnológicopero la pregunta para quienes seguían el caso era si ella sabía que el proclamado invento no funcionaba. El misterio termino convirtiendo su vida en la miniserie El puesto (El Abandono, en francés)de la plataforma Star+, que obtuvo seis nominaciones al Emmy.
También el canal HBO se hizo eco del caso, con un sobrio documental sobre las repercusiones de la estafa. Se llamó Desagrando en Silicon Valley y habla sobre el apogeo y la décadencia de Holmes y su compañía.