Daniel Guzmán, cineasta, escritor, productor y actor de origen español que tiene 51 años, lanza su tercer largometraje, La deuda
, la cual abre la vigésima octava edición del Festival de Málaga. Esta obra completa su trilogía de narraciones urbanas, que comenzó con su película A cambio de nada.
y proseguida con la película Canallas
Trama y Temática
La historia gira en torno a Lucas, un hombre cercano a los 50 años, quien está a punto de ser desalojado de la casa que comparte con Antonia, una anciana jubilada. En su afán por no perder su hogar, Lucas se involucra en actividades ilícitas que lo conducen al asesinato y, posteriormente, a la cárcel. La cinta explora temas como el remordimiento, la gentrificación y la batalla por sobrevivir en un entorno urbano exigente.
Orígenes Personales del Director
Raíces Personales del Director
Colaboraciones Creativas
El reparto de La deuda
El elenco de La deuda
incluye a actores reconocidos como Itziar Ituño, Susana Abaitua, Luis Tosar y Rosario García. Guzmán resalta la importancia de trabajar con estos profesionales, quienes aportan profundidad y autenticidad a los personajes. La colaboración con Rosario García fue especialmente significativa, considerando su avanzada edad y las limitaciones físicas que implicaba participar en el rodaje.
A diferencia de la creencia común de que el cine social carece de atractivo visual, Guzmán busca proporcionar una experiencia tanto estética como emocionalmente poderosa. La película mezcla elementos de thriller con un análisis profundo de las relaciones humanas y las dinámicas sociales en entornos urbanos.
A diferencia de la percepción común de que el cine social carece de atractivo visual, Guzmán se esfuerza por ofrecer una experiencia estética y emocionalmente impactante. La película combina elementos de thriller con una exploración profunda de las relaciones humanas y las dinámicas sociales en contextos urbanos.
El estreno de La deuda
La presentación de La deuda
en el Festival de Málaga ha generado expectativas positivas tanto en críticos como en audiencias. La crítica ha elogiado la capacidad de Guzmán para abordar problemáticas sociales actuales sin sacrificar la calidad narrativa y visual. Se anticipa que la película contribuya a abrir diálogos sobre temas relevantes en la sociedad contemporánea, como la especulación inmobiliaria, la vulnerabilidad de las personas mayores y la búsqueda de afecto en contextos urbanos.
