Pakistán sigue oscureciéndose. La crisis de los dispositivos extranjeros ha contaminado todos los sectores de actividad, y el pánico se apodera ahora de los industriales. Estos últimos exigen el fin del bloqueo de las importaciones, por temor al cierre de sectores enteros de la economía.
En los puertos, por falta de medios de pago para descargarlos, se amontonan contenedores bloqueados, repletos de productos esenciales para el funcionamiento de varias industrias clave: textil, siderúrgica, construcción e incluso la industria farmacéutica. Una cuarenta empresas de este sector dieron la voz de alarma el pasado 6 de febrero. Debido a la escasez de productos, pronto se verán obligados a parar la producción, advirtieron.
“La cadena de suministro se ha interrumpido. Principios activos necesarios para la fabricación de medicamentos como analgésicos o recomendados y otras materias primas, por un importe de 45 millones de dólares [42 millions d’euros], actualmente están bloqueados en el puerto, por falta de dólares”explicó Sy Farooq Bukhari, presidente de la Asociación de Fabricantes Farmacéuticos de Pakistán.
Evite el incumplimiento de pago
Plagado por la escasez de dólares, el país ha “drásticamente” importaciones reducidas a la espera de un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI). Las reservas de divisas se ubicaron el 10 de febrero en 3.200 millones de dólares, lo justo para asegurar algunas semanas de importaciones. Para evitar el impago, el gobierno de Shehbaz Sharif intenta, a toda costa, liberar un nuevo tramo de ayuda financiera del FMI de 1.100 millones de dólares. La institución internacional había suspendido en 2022 el desembolso de un préstamo de 6.500 millones concedido en 2019 al considerar que Islamabad no había implementado las reformas necesarias.
Las condiciones impuestas por el FMI son draconianas. Tras diez días de intensas negociaciones, el viernes 10 de febrero una delegación del organismo financiero había salido de Islamabad sin llegar a un acuerdo. Las conversaciones ahora continúan de forma remota. El ministro de Hacienda, Ishaq Dar, tuvo que acceder a imponer nuevos impuestos que suponían aplazar 170.000 millones de rupias (unos 603 millones de euros). La votación del Parlamento debería tener lugar en los próximos días. Se espera que el precio del gas natural y la electricidad aumente considerablemente, lo que supondrá una pesada carga para los hogares paquistaníes, que ya sufren una inflación récord del 27,6 %, así como para las industrias.
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