Esta publicación está tomada del boletín «Human Heat», enviado todos los martes a las 12 p.m. Cada semana, el periodista Nabil Wakim, que presenta el podcast Chaleur Humaine, responde a las preguntas de los internautas sobre el desafío climático. Puedes registrarte gratis aquí:

“Hola, soy escéptico con la reforma de pensiones en general, pero tengo una duda más: la del clima que va a intervenir en sus emisiones. ¿El gobierno ha planeado adaptar la reforma de acuerdo al calentamiento global? » Una pregunta de Marie-Louise a la dirección mielhumane@lemonde.fr

Mi respuesta : Tiene razón, la reforma de las pensiones no tiene en cuenta los efectos del cambio climático y, en particular, el impacto de los cambios de temperatura en las condiciones de trabajo o en la productividad.

1/ ¿Miente el gobierno en ambos temas?

No, pero no es el único. EL ficha de presentación de la reforma no contiene ni una sola vez las palabras «clima» o «calentamiento». O la reforma pretende marcar el futuro de las condiciones de trabajo de los próximos años, que estarán fuertemente marcados por los acontecimientos climáticos: olas de calor, sequías, etc., tendrán consecuencias en muchas profesiones y su dureza (en la edificación, en eventos y por supuesto en la agricultura, entre otros).

EL relación del Consejo de Orientación de Pensiones (COR), que sirve de base para la discusión sobre el futuro de las pensiones, solo menciona brevemente la pregunta, página 184. La fórmula, sin embargo, es digna de interés: “Es posible que la desaceleración en las ganancias de productividad combinada con el gasto que habrá que hacer para prevenir o adaptarse al cambio climático no permita que las condiciones de bienestar progresen como las registradas en los últimos 70 años. » En otras palabras: quizás todos nuestros cálculos sobre el futuro podrían quedar invalidados por la trayectoria climática que conocemos.

2/ ¿Cómo tener el “reflejo adaptativo”?

Sin embargo, el mismo COR, en un coloquio en 2021, se preguntó si estaba siendo demasiado optimista, y varios oradores destacaron que el tema climático podría cambiar la situación. Con, en particular, la idea de que las altas temperaturas han hecho que el trabajo sea mucho más productivo (se estima que los días que superan los 30 grados, la producción para trabajos de baja intensidad física se reduce en torno a un 25%, por ejemplo), pero también puede permitir reducir el tiempo de trabajo. Los especialistas en la materia son, por tanto, conscientes de que se trata de un tema que habrá que tener en cuenta.

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