La publicación de los resultados de las empresas CAC 40 y más aún el anuncio de dividendos no deja de suscitar protestas y polémicas. Este año no será la excepción a la regla. Los resultados de 2022 permiten, de hecho, redistribuir buena parte de los beneficios a los accionistas, ya recompensados con excelentes rentabilidades, el año pasado, para el ejercicio de 2021: 81.600 millones de euros (+16,5 %): 57.900 millones en dividendos y 23,7 mil millones en recompra de acciones, según la carta especializada Vernimmen.net.
En Europa, se dará la voluntad “un ligero aumento de nuevo en 2023”, indica el estudio anual de Allianz Global Investors, publicado a finales de enero. En Francia, tres cuartas partes de las empresas CAC 40 ya han anunciado aumentos en los dividendos, lo que amortiguará la caída del 9,5% del índice el año pasado. En consonancia con su política a largo plazo, TotalEnergies la incrementará un 44% y Engie, que ha vuelto a tener mejor fortuna, un 64%. En lujo, Hermès anunció un 62%, L’Oréal un 25% y LVMH un 20%. Airbus lo subirá un 20%, el gigante de la construcción y las concesiones Vinci un 38%. Incluso Renault hará un pequeño gesto, a pesar de sus pérdidas. En total, los dividendos aumentaron un 29%, seis veces más que en Estados Unidos. El rendimiento por acción también es muy bueno, desde el 9,9% de Engie y el 9% de Crédit Agricole hasta el 5,9% de Axa y el 5,6% de Bouygues.
El año 2023 confirma una tendencia observada en los últimos años: el aumento de las recompras de acciones. Ya se han anunciado unos 15.000 millones, el doble que en marzo de 2022. Común al otro lado del Atlántico, donde proporciona más de la mitad de la rentabilidad a los accionistas, esta práctica está ganando terreno en Francia. Aumenta el valor de los valores y permite una redistribución de beneficios de forma económica, ya que este capital no está sujeto a impuestos, a diferencia de los dividendos. Estas operaciones reavivan el debate sobre el reparto del valor dentro de las empresas, especialmente las más rentables, mientras que las subidas salariales de 2022-2023 no han compensado una persistente subida de precios.
“Valor compartido”
Para sus partidarios, los dividendos y las recompras de acciones no son un “regalo” a los accionistas, sino ante todo un medio de circularizar la riqueza mediante la reasignación de un recurso escaso, el patrimonio de empresas que ya no tienen utilidad, a nuevas sociedades que lo necesitan. desarrollar. Puras operaciones especulativas, replican los opositores a mecanismos excesivamente generosos, que privan a los empleados de una justa recompensa por sus esfuerzos. Provenientes de la izquierda y de los sindicatos, estas críticas apuntan tanto a los líderes de las multinacionales como al gobierno, suma para imponer más redistribución dentro de las empresas, y de paso gravar las superganancias que no siempre corresponden al esfuerzo de las empresas.
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