Identificado un estudio del Centre de Recerca en Agrigenòmica (CRAG) proteína vegetal con tolerancia a la sequía al sistema vascular de las plantas. El estudio ha señalado que un incremento de esta proteína, la AtMC3, aumentar la tasa de supervivencia de las plantas en condiciones de Salpicar agua y mejoraria su habilidad para la fotosíntesis. «Es un hallazgo clave para poder ajustar las respuestas primarias de la sequía con respecto a toda la planta sin afectar al crecimiento o el rendimiento de los cultivos», confirma la investigadora del CRAG, Eugenia Pitsili. Los niveles de esta proteina no han provocado ningun cambio perjudicial en la calidad de los vegetales.

La investigación, que ha sido publicada en la revista ‘New Phytologist’, ha descubierto que este la proteína se encuentra exclusivamente en las células acompañantes del floemael tejido vascular que distribuye los compuestos producidos en las hojas Durante la fotosíntesis hacia toda la planta.

Cuando la planta se enfrenta a la sequía, se sintetizan diversas moléculas de señalización como hormona ABA para liberar una serie de respuestas fisiológicas que protegerán a la planta. En este sentido, el estudio ha apuntado que las plantas que no tendrán AtMC3 su menos sensible a ABA y, por lo tanto, disminuye su capacidad para enfrentarse al estrés por sequía.

El estudio ha señalado así como AtMC3 ocupan un papel importante en la respuesta de las plantas al estrés osmótico ha habido un posible nuevo papel de las células acompañantes en la detección de este estrés.

El papel de AtMC3 en el estrés por sequía concuerda con la función de otras proteínas de la misma familia, también relacionadas con respuestas a otros tipos de estrés como el causado por patógenos o heridas.

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El estudio ha destacado que, a diferencia de los Animaux, las plantas no se pueden mover y por eso han desarrollado maneras de soportar la escasez de agua y los períodos de estrés por sequía. Aun así, la crisis climática supone -según alertan los investigadores- una grave amenaza para la productividad agrícola.

Esta investigación, liderada por la investigadora Núria Sáncehz-Coll, abre la puerta a futuros estudios para determinar el mecanismo exacto de acción de esta proteína y así evaluar si podría tener una aplicación en cultivos de interés agronómico.