Me ponen contento los logros que hace nuestro país en cualquier tema que sea. Quizás no tanto como aquellos que por no ser nunca protagonistas, como lo fui yo, se refleja en el triunfo de los demás. Por ejemplo the Campeonato Mundial de Fútbol, ​​​​cuyos festejos mostraron la mala educación de una parte de nuestro pueblo y el logro del Globo de Oro de “Argentina, 1985” y que ahora va por el ansiado Oscar. Pero hay una gran diferencia entre ambos logros.

La primera es que lo que ocurrió en la cancha de fútbol es una «verdad de un puño», dado que el esfuerzo, responsabilidad y entereza de los jugadores así como la organización del equipo son innegables. En el caso de «Argentina, 1985», no se cuenta toda la verdad y se tergiversan algunos hechos con el agravante que aquellas personas que no conocen lo que sucedió en los 70, tendrán una información errónea.

Me contó del presidente de una empresa con trabajo, don Elías Shapira, que en un pueblo de Israel denunció a un hombre que difundía mentiras sobre un vecino. Un juez lo hizo comparar y le pidió que en una bolsa grande pusiera hojas secas y volviera al día siguiente. Contento el hombre ante pena tan liviana, vuelve al otro día y el juez le da como pena que pusiera una hoja seca en cada puerta de las casas del pueblo y que volviera al día siguiente con la bolsa vacía.

El juez le ordena entonces que vaya con la bolsa y recoja todas las hojas que había depositado el día anterior. Este hombre le dice que era imposible porque Durante la noche había habido muchoviento, a lo que el juez contesta: «Dígame cómo va a hacer para que la difamación que volcó contra su vecino sepa que era falsa porque elviento de la sociedad ya hizo correr sus palabras”.

Y yo pregunto, ¿cómo se podrá hacer para que las mentiras que se ven, por acción o por defecto, en «Argentina, 1985», se aclaren a la población de nuestro país y del resto del mundo que nunca supieron la verdad por no haberla vivido como la viví yo.

José Brunetta / josebrunetta@yahoo.com.ar

El atentado del Gobierno en la Corte Suprema

Es gravísimo el levantamiento del Gobierno contra la Corte. Is a golpe del Estado contra la República y la división de poderes, demuestra que vivimos una seudodemocracia con rasgos de totalitarismo muy peligroso.

Seamos francos, el ataque a la Corte Suprema tiene como objectivo aniquilar la Justicia, manejarla y terminar con los juicios que tiene la Cristina Kirchner. Un país sin justicia es un país sin futuro. Pero hay algo más grave, la falta de opositores del Gobierno a esta situación, actuaron todos juntos como una asociación ilícita.

En un pais normal, el juicio politico deberia hacerse a los responsables del manejo de las vacunas, del 50% de pobreza, de la indigencia, de los emigrantes del pais y su expulsion por las politicas oficiales, de los muertos por Corrupcion como un cáncer nos destruirá más rápido. El ataque a la Justicia sólo busca impunidad a la corrupción, que ser un delincuente no tenga castigo legal.

Todo a pueblo debería apoyar a la Justicia ya la Corte, está en sus manos salvarnos de la destrucción total en manos de la corrupción. Quienes genera un ataque a sus sediciosos de la democracia.

Dice la Tora: «Pobre el pueblo que tenga que juzgar a sus jueces», yo agregaría, pobre el pueblo que ataque a la Justicia, pobre Argentina. Qué corrupto no sea una virtud y que no vivamos en un país donde ser decente sea peligroso.

En el antiguo testamento, Deuteronomio, dice: «Justicia, justicia perseguirás», en ningún lugar se refiere a perseguir a la Justicia como hace el Gobierno con la Corte, se refiere a la justicia como bien común.

José Lenczner / jomalen@hotmail.com

Aquellas leyes que la oposición no sancionó

En 2022 la Cámara de Diputados sesionó solo 15 veces, la de Senadores 14 y aprobó solo 36 leyes, con la producción más baja desde 1983.

Han pasado tres años y la oposición no hizo cumplir sancionar ninguna de las leyes claves promisidas durante la campaña electoral que reclama la ciudadanía, como la boleta única de papel; la ficha limpia; el de extinción de dominio; y las demoradas reformas de las nefastas leyes vigentes de fueros y de alquileres.

En 2023, el enfrentamiento entre oficialismo y oposición llevó a paralizar el Congreso, porque la oposición ya anticipó que no va a dar quórum para el tratamiento de ningún proyecto de ley mientras el oficialismo insiste con el improcedente y absurdo intento de juicio político a la Corte Supremo.

Ricardo E. Frías / ricardoefrias@gmail.com

Se pregunta si han cumplido los objetivos con la inflación

La inflación del 94,8% de 2022 es la más alta de los últimos 32 años y la triste realidad es que el resultado es el mismo que la inflación más alta del mundo por detrás de Venezuela (América), Zimbabue (África) y Líbano (Medio Oriente).

No obstante ello, incomprensiblemente la vocera presidente celebra dicho registro aduciendo que el ministro de Economía cumplió su objetivo de que la inflación anual no alcanzara a los «tres dígitos». ¿El Gobierno nacional estará planeando una movilización social para festejar este logro? ¿O esperará, como en el fútbol, ​​​​a ser «campeones mundiales» de inflación en el mundo porque el cuarto puesto no lo amerita?

¿Si el objetivo está cumplido, cuál es la razón por la que utilizan a grupos de transporters patoteros para inspeccionar (lease «apretar») a supermercados y empresas proveedoras? Además, Sergio Massa está a la vanguardia con una iniciación a la reforma del INDEC aduciendo un dudoso objetivo: el robustecimiento de la calidad de las estadísticas.

La acción del ministerio lleva inevitablemente una célebre frase del maestro Fontanarrosa que decía: «Sentarme a dibujar todos los días es algo que me gusta. Siempre moi ha gustado dibujar, moi ha gustado contar. O mer, el mio es un trabajo vocacional y el gusto lo sigo manteniendo”.

Óscar Edgardo García / osedgar@yahoo.com

“Basta de tomarnos por tontos contribuyentes”

Hay una hermosa expresión: “Par qué vamos a hacer las cosas simples si las podemos hacer complicadas”; en sentido en parte contrario, una cierta filosofía afirma «los entes no se deben multiplicar sin necesidad». Y en un tercer sentido el Gobierno de CABA nos deja saber qu’existen: a) Policia de la Ciudad. b) Ciudad preventiva. c) Tránsito de la Ciudad. d) Parques de la ciudad… Y todo ello aumentar sostenido con nuestros impuestos (que nos habían dicho que no iban a).

Preguntada que fue una empleada de «Prevención de la Ciudad» no supo decir con precisión cuál era su tarea. In otra dimensión más amplia es escandaloso ver cómo distintos personajes pueden pasar de una tarea a otra como si «aptos para todo servicio», por ejemplo, pasando de Provincia a Ciudad o viceversa (al que le quepa el sayo…).

Por favor, basta de tomarnos por tontos contribuyentes. No pagamos por «el jefe» haga surfear en la provincia.

Néstor A. Corona / nestorangelcorona@yahoo.com.ar

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