Detrás de su metro ochenta y sus 110 kilos, Stève Stievenart esconde una voz esbelta que contrasta con el coloso. El que es apodado «Stève le phoque» es uno de esos a los que la vida no ha perdonado, así que este refractario nacido para-le respondió al extremo. ¿La última hazaña de este nadador autodidacta de aguas abiertas, que se hizo famoso por sus viajes de ida y vuelta en el Canal de la Mancha? Se convirtió en el primero en realizar tres travesías entre la isla Santa Catalina y Los Ángeles (120 kilómetros en total), entre el martes 27 y el viernes 30 de junio. Todo en bañador y en agua oscilante “entre 16 y 19 grados” colgante 51 horas y 18 minutos. Una actuación inscribió al norteño en el panteón de los nadadores extremos. “Fue la carrera más dura de mi carrera”, dice, una semana después.
Golpeado por el kayakista que le acompaña desde la primera hora de carrera, Stève, revestido de Vaselina y Sudocrem para prevenir rozaduras y proteger [sa] piel de sal, un viaje de hijo consumado a pesar de “terrible dolor de cuello y espalda”, el explica. El nadador de 46 años pensó que tenía que rendirse, sobre todo porque la sal del mar alteró su final de carrera: “Mi boca se hinchó y bloqueó la entrada de aire. Durante cinco horas viví un infierno. » Con los ojos apagados, las mejillas descoloridas, los miembros inertes y la piel fría como la de un cadáver, Stève Stievenart se arrastró hasta su botella de oxígeno. «una semana desde entonces, todavía no he encontrado el sueño»él relata
Para alcanzar el firmamento de su disciplina, Stève se ve obligado a una disciplina de hierro. Las sesiones que le impone su mentor y entrenador Kevin Murphy, autor de 34 Channel Crossings, están a la altura de las ambiciones del nadador de Wimereux (Pas-de-Calais): “Entreno dos veces al día, cada vez que sube la marea, de día y de noche. » El hombre-pez, admirador de Teddy Riner, es un perfeccionista. Para reducir la presión que ejercen las gafas sobre los globos oculares, Stève está “Se fue con 14 pares de anteojos, que colocó al sol para ablandarlos”.
Antes de empezar a nadar en aguas abiertas, a los 40 años, tras una dolorosa separación, este hijo de piloto de rally fue «un corredor experimentado», con dos maratones en la lista. Durante su primera travesía del Canal de la Mancha, en 2018, Stève Stievenart perdió 7 kilos en veinte horas. Inspirándose en los hábitos de las lubinas antes de realizar sus grandes migraciones, transformó su dieta: 1 kilo de pescado azul al día a razón de 5 comidas diarias.
Te queda el 48,84% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.