¿Es probable que la crisis que viene de Estados Unidos afecte a los seguros de vida, el producto con cerca de 1.900 millones de euros en circulación en Francia, de los que casi las tres cuartas partes están compuestas por bonos a través de los fondos en euros? Estos apoyos sin riesgo para el ahorrador -el capital está garantizado por la aseguradora- son la inversión financiera preferida de los franceses.

La decisión de las autoridades estadounidenses de cerrar el Silicon Valley Bank (SVB) tras un pánico bancario es un recordatorio, sin embargo, de que el riesgo no está ausente en este universo. Para satisfacer la demanda de liquidez de sus clientes, el banco tuvo que vender bonos del gobierno que poseía, a pesar de que su valor había caído debido al fuerte aumento de las tasas de interés.

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Estos viejos bonos se emitieron con la promesa de un rendimiento bajo o incluso negativo, mientras que los bonos emitidos hoy se emiten con rendimientos mucho más altos. O, cuando las tasas suben, los operadores compran valores nuevos y más rentables y pueden vender los que les permiten, lo que hace que los precios bajen.

a principios de 2022, la subida de tipos desde entonces, consecuencia del endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales, ha sido brutal. Los OAT a 10 años (bonos asimilados por el Tesoro francés a diez años) ganaron tres puntos en un año, pasando de casi cero a finales de 2021 a 3,14% el 9 de marzo. También para los bonos corporativos, “La brecha es amplia entre, por ejemplo, los valores que registraron un rendimiento del 0,8 % en 2021 y los valores actualmente emitidos al 4,50 %”señala Cyrille Chartier-Kastler, de la consultora Facts & Figures.

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“Como resultado, los títulos antiguos ya no se toman en absoluto”, explica Jézabel Couppey-Soubeyran, profesor de economía de la Universidad de París-I. Cuando es necesario revenderlos, es necesariamente a pérdida.

Si los bonos no se venden antes del vencimiento, a menudo de siete a ocho años para las aseguradoras, los tenedores no pierden nada: el emisor, salvo quiebra, reembolsa el capital. “Entonces la solución es esperar”explícameloA mí Couppey-Soubeyran. SVB no tenía otra opción, necesitaban efectivo, pero “una aseguradora está en mejor posición que un banco, está menos expuesta a una retirada repentina de fondos de sus clientes, y por tanto al riesgo de tener que vender bonos antiguos antes de su vencimiento”. La situación podría cambiar si los hogares deciden retirar dinero de forma masiva, en caso de una crisis financiera que afecte fuertemente al empleo, continúa.

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