Nuevo hallazgo: Istiorachis macarthurae y su estructura dorsal tipo vela

https://alev.biz/wp-content/uploads/2025/08/dr.-jeremy-lockwood-with-spinal-column-of-istiorachis-macarthurae.jpg

Paleontólogos anunciaron el hallazgo de una nueva especie de dinosaurio caracterizada por una distintiva estructura en forma de vela que recorre su espalda. La especie, denominada Istiorachis macarthurae, fue identificada tras un exhaustivo análisis de huesos hallados en la Isla de Wight, al sur de Inglaterra, donde este dinosaurio herbívoro vivió hace más de 120 millones de años.

Una vela que distingue a la especie

Los fósiles de Istiorachis macarthurae fueron hallados por primera vez hace cerca de 40 años, pero se pensaba que eran parte de alguna de las especies de iguanodontes ya identificadas de la zona. El doctor retirado Jeremy Lockwood, al analizarlos durante sus investigaciones doctorales, observó espinas neurales especialmente extensas, una cualidad que finalmente ayudó a establecer al dinosaurio como una especie distinta.

Este dinosaurio alcanzaba alrededor de 2 metros de altura y pesaba aproximadamente 1.000 kilogramos, presentando una columna vertebral extraordinariamente desarrollada en comparación con sus parientes cercanos. La estructura en forma de vela que recorría su espalda es considerada inusual incluso dentro de los iguanodontes del Cretácico temprano, cuando estos dinosaurios comenzaban a evolucionar de bípedos pequeños a animales de mayor tamaño que alternaban entre la postura bípeda y cuadrúpeda.

Desarrollo evolutivo de la vela

Aunque la función precisa de la vela no ha sido establecida con exactitud, los expertos indican que posiblemente haya cumplido principalmente con un propósito de señalización sexual. Lockwood menciona que el notable tamaño de la estructura, más allá de su utilidad concreta, sugiere un posible rol en el atractivo para el apareamiento, comparable al despliegue de la cola de un pavo real macho.

En un principio se había sugerido que esta función podría haber contribuido a mantener la temperatura del cuerpo, sin embargo, Lockwood rechaza esta idea. Argumenta que una vela con gran cantidad de vasos sanguíneos sería propensa a heridas y podría ocasionar una pérdida notable de sangre si se dañara. Por lo tanto, se cree que la comunicación visual es la explicación más acorde con la evolución de estas estructuras espinosas.

Un descubrimiento que expande el entendimiento sobre la vida animal del Cretácico

El descubrimiento de Istiorachis macarthurae no solo añade una nueva especie al registro fósil, sino que también refuerza la idea de que la Isla de Wight fue un área de gran diversidad biológica durante el Cretácico temprano. Los hallazgos indican que los iguanodontes de la región estaban experimentando una evolución significativa, desarrollando estructuras óseas que les proporcionaban soporte muscular para su transición hacia cuerpos más grandes y posturas cuadrúpedas más prolongadas.

Lockwood prevé que la región continuará brindando nuevos hallazgos paleontológicos en los años venideros y que otros especímenes aún por descubrir podrían ofrecer más información sobre la evolución de los dinosaurios herbívoros de la isla.

Implicaciones científicas

El análisis de Istiorachis macarthurae también proporciona información sobre cómo la evolución puede favorecer rasgos exagerados con fines reproductivos. La investigación publicada en la revista Papers in Palaeontology demuestra que las características físicas pueden surgir no solo por necesidades funcionales, como el soporte muscular, sino también como resultado de la presión evolutiva para atraer pareja.

Este descubrimiento ayuda a entender cómo se desarrollaron las estructuras complicadas en dinosaurios y destaca la relevancia de examinar fósiles antiguos usando métodos y puntos de vista novedosos, permitiendo identificar especies antes no detectadas y proporcionando una imagen más detallada de los ecosistemas antiguos.