“El diplodocus que soy cree en la noción de autorafirma Manuel Carcassonne, el fogoso jefe de las ediciones Stock. Con Internet, se diluye en la intermediación. » Aquí está, bien obligado, comedido, para jugar el juego, el que encontramos en una silla y en los huesos en el Sélect, el café del bulevar Montparnasse donde el mundo de las letras gusta de reunirse. Los dinosaurios solo sobreviven si son pragmáticos: “El 80% de los autores nos piden estar en las redes sociales”, él suspira. Peor : “ Antes, hacemos subproductos de libros, ahora hacemos libros de subproductos. »
“¿Cómo no ir? a menudo es una oportunidad para una segunda vida para libros que han estado fuera por un tiempo” – Guillaume Pech-Gourg, director de marketing digital de Hachette Livre
Donde el negocio de la cultura se basaba tradicionalmente en el talento de un editor, un director de un sello discográfico o un galerista, es decir, en su estilo, su capacidad para captar el espíritu de los tiempos, para imponer sus gustos y sus artistas… – aquí hay una red social simple, TikTok, que obliga a la industria cultural a dar un nuevo salto cuántico al eliminar todas las reglas de marketing del camino. Para el neófito y el “ama de casa de más de 50”: una sucesión de vídeos de chavales supercargados y bellezas plásticas desfilando haciendo mini-coreos sobre mini-películas musicalizados con mini-medios y maxi-filtros. Para las industrias culturales, la obligación de montar el dragón, por no poder luchar contra él.
Cuenta la historia que Alex Zhu, un ingeniero chino –formado en la Universidad de Zhejiang, al sur de Shanghái, pero que forma parte de esta comunidad tecnológica que navega por todo el mundo–, tomó una vez un tren hasta Mountain View (California), en el corazón de Silicon Valley. . Allí, representando a un grupo de adolescentes tomándose selfies mientras escuchan música, imagina una plataforma para compartir videos ultracortos, una especie de karaoke en línea, entre canciones para ser filmadas en playback y “coreas” caseras. Treinta días después nació Musical.ly. Y a partir de 2015, la aplicación es la más descargada en iTunes y la primera red social china en ser un éxito en los Estados Unidos.
Ciclo exponencial
En Pekín, Zhang Yiming, otro chico de oro de la tecnología, ya tiene, con su empresa, ByteDance, algunos grandes éxitos en China como Toutiao, un agregador de información cuyo algoritmo es lo suficientemente inteligente como para anticipar lo que lees pronto. ByteDance comenzó intentando copiar Musical.ly antes de comprar la aplicación en 2017 por mil millones de dólares. En China, esta nueva red, que explotará con el confinamiento, se llama Douyin; en versión internacional, TikTok. Resultado: mil millones de usuarios cada mes.
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