Tras el impasse más largo en su carrera, el año pasado volvió Virusel emblemático grupo de rock argentino de los años ’80, que gracias a los hermanos Marcelo y Julio Mora retomar durante las últimas décadas el difícil trance de la muerte de Federico Mora.

La idea de esta época de regreso celebrando 40 años de carrera y tocar no solo en Argentina sino hacer una gira internacional, una etapa que arrancará muy pronto, tras haber cumplido una asignación pendiente: tocar en el estadio Luna Park. Solo ellos, que siempre fueron del «Team Obras».




Virus en el Luna Park, con Mario Serra a la batería, Marcelo Moura a la voz y teclados, Julio Moura a la voz y guitarra. Foto: Martín Bonetto.

De paso, Virus cumplió otra asignación pendiente: armar un recital donde se luciera más la presencia de Julio como su principalmás allá de su histórico rol de guitarrista y compositor.

Así, el Luna Park fue un nuevo defio en la carrera del grupo, que salio airoso y tuvo el apoyo permanente incondicional de sus fans, muchos de ellos testigos de sus comienzos y furor en los años ’80.

La banda se completa con Ariel Naón en bajo, teclados y coros, Patricio Fontana en teclados, y Agustín Ferro en guitarra y coros.

Catarata de golpes

Virus, hay que recordar, no tiene un puñado de hits, sino más de una docena, lo cual permite armar todo tipo de listas de temas. En esta oportunidad, la consigna fue guardarse para el final los éxitos más bailables y pegadizos, presentando en la primera parte su faceta más calmada y destacada, sin la alegría, frescura y vitalidad de la segunda parte.

Marcelo Moura en el show de Virus en el Luna Park.  Foto: Martín Bonetto.


Marcelo Moura en el show de Virus en el Luna Park. Foto: Martín Bonetto.

En la primera mitad, además, se permitían los lucimientos individuales de los tres miembros originales: el baterista Mario Serra y los hermanos Marcelo y Julio Moura.

El comienzo, tras una sucesión de fotos de Federico que provocaron a plausos sostenidos, fue con Densa Realidadcantado por Julio, y luego Tomo lo que encuentrocon la acostumbrada solvencia de Marcelo, muy relajada con una mano en el bolsillo.

Los hermanos Marcelo y Julio moura, al frente de la versión 2023 de Virus, junto al baterista Mario Serra.  Foto: Martín Bonetto.


Los hermanos Marcelo y Julio moura, al frente de la versión 2023 de Virus, junto al baterista Mario Serra. Foto: Martín Bonetto.

Una rareza fue escuchar Dame una señal en portugués Loco Coco detrás de la voz.

La cartilla invitada por Manuel Morettidel grupo Estelares, que se sumó en puedo programar, que levantó el clima y puso a todos a bailar. «Es un tremendo honor, gracias», agradeció Moretti.

Promedando la primera parte, Marcelo contó que «Van a haber momentos íntimos y éste es uno», dando pie al lento Qué hago en ManilaDonde todo el publico Prizeió las luces de sus teléfonos y pintó el estadio con una hermosa imagen.

pasó polvos de una relacion allá Australiaque la gente escuchó atenta, pero fue el golpe acústico Imágenes paganas el que nuevamente puso al Luna Park de pie.

Julio Moura en el recital Virus en el Luna Park, donde nunca antes habían tocado.  Foto: Martín Bonetto.


Julio Moura en el recital Virus en el Luna Park, donde nunca antes habían tocado. Foto: Martín Bonetto.

Un momento especial fue cuando el propio Federico canto dicha felizdonde Julio se lució con uno de sus grandes solos de la noche.

«Vamos a tener un momento de intimidad,» volvió a avisar Marcelo, «aunque seamos millas», y dedicó Despedida nocturna un federico Fue un momento muy emotivo y el público agradeció con el clásico «¡Olé olé olé, Fede Fede!».

La imagen de Federico Moura en los pantalones de video de Luna Park durante el show de Virus.  Foto Martín Bonetto.


La imagen de Federico Moura en los pantalones de video de Luna Park durante el show de Virus. Foto Martín Bonetto.

El primer tramo cerrado con Julio haciendo Transeunte sin identidad un sol.

Una estafa final

Mario Serra tuvo su momento de lucimiento con un solo de batería al iniciar la segunda parte del espectáculo.  Foto: Martín Bonetto.


Mario Serra tuvo su momento de lucimiento con un solo de batería al iniciar la segunda parte del espectáculo. Foto: Martín Bonetto.

Al mejor estilo de sus shows de 40 años atrás, la segunda parte arrancó con un solo de batería de Mario Serra, siempre capaz de combinar el virtuosismo con el humor y el desenfado. Sólo faltó el viejo sketch de Marcelo acelerando y desacelerando como si el estuviera dando cuerda.

From ahi, la fiesta fue total: una energica y poderosa version de Los sueños de Drácula, Amor descartable (cantado por Marcelo, Julio y Federico), Pronta entrega, Dame una ayuda, Lugares comunes allá El probadorcon otro invitado: no distraído Benito Cerati eso pasó por el guión como una lección enjaulado, sin enfocarse en la canción.

Pero faltaba más: Folleto Destino (con otro gran solo de Julio), Hay que sucio del agujero interior (con Federico en pantallas) y wadu-wadu.

«¡Gracias por tantos años de apoyarnos», agradeció a Marcelo, y para los bises llegaron Mirada speed, Una luna de miel en la mano allá Carolino.

Virus cumplió su objetivo de llenar el Luna Park y el público festejó los hits que sonaron tan impecables como siempre. Ahora viene la gira latinoamericana y la gran pregunta: ¿habrá luego un cierre de esta etapa en Buenos Aires?

MFB

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