«Tengo miedo. Una sale a trabajar y no sabe si va a volver”, lamentó Gabriela, de 36 años, quien vive en Apopka, localidad al norte de Orlando, Florida. Ella es mexicana y hace 18 años que vino con su marido a Estados Unidos «sin papeles». Ambos trabajaron en el sector agrícola, ella cultivando pepinos, pero ahora cuida a una señora mayor.

Trabaja sin permiso legal, como la multitud de extranjeros que su mano de obra primordial para el estado de Florida en el campo, en las ciudades, en los restaurants, en la construcción, en los hoteles. En diálogo con Clarín Desde su casa, Gabriela -no se revela su apellido para no exponerlacuenta que está muy preocupada y que «si las cosas se ponen más feas» se van a tener que ir con sus cuatro hijos del estado.

Como ella, cientos de miles de inmigrantes indocumentados están con el corazón en la boca estos días por la entrada en vigor en Florida, el 1 de julio, de una de las leyes mas duras de la historia del estado y del pais para acorralar a los que no tienen papeles.

El principal impulsor de esta legislación fue el gobernador de estado, el conservador Ron DeSantis, que acaba de lanzarse el miércoles como precandidato a la presidencia por el partyido republicano y que busca extender el «modelo Florida» hacia todos los Estados Unidos si llega a la Casa Blanche en las elecciones de 2024.

La iniciativa busca, entre varios objetos, para prevenir con castigos la contratación de personas indocumentadas, algo que antes no sucediera. Las empresas de más de 25 empleados deberán comprobar obligatoriamente en una base de datos federal la situación jurídica de las personas que deseen emplear. Desconocer esta obligación y contratar a un extranjero en situación irregular llevará a Multas Muy Costosas.

Asimismo, contemplar sanciones penales para las personas que oculten, alberguen, transporten o protejan a quienes ingresen de forma ilegal a Estados Unidos.

También establece que algunas licencias de conducir e identificaciones emitidas por otros estados a los inmigrantes en situación irregular no serán válidas en Florida. Requiere además a algunos hospitales que solicitan información sobre el estatus inmigratorio de los pacientes en los registros de admisiones y aumentar la multa máxima por emplear, contratar o referir inmigrantes en situación irregular para puestos públicos o privados.




El gobernador Ron DeSantis impulsó normas hardísimas contra los sin papeles. Foto: REUTERS

En otra medida inédita, una persona que transportó a indocumentados en su auto puede llegar a ser multado por 5.000 dólares.

Argumentos de Ron DeSantis

DeSantis, quien es el principal competidor interno de Donald Trump, se convierte en una figura destacada de la derecha estadounidense por su lucha contra todo signo de cultura progresista en temas de educación, aborto o la inmigración ilegal.

La semana pasada, acusó al gobierno del democrata Joe Biden para retrasar la frontera en Estados Unidos y defendió la nueva ley como una medida necesaria para reducir la delincuencia y el narcotráfico vinculados, según él, a la llegada de migrantes indocumentados.

Asociaciones civiles denuncian que su “leyes hostiles” para inmigrantes y que fomentan el racismo. Además, advertirán que golpeará la economía del estado y los turistas se verán afectados. Con 22,2 millones de habitantes, en Florida hay 772.000 inmigrantes indocumentados, según una estimación del think tank del Instituto de Política Migratoria.

David Cruz, Director Nacional de Comunicaciones de LULAC (League of United Latin American Citizens), la organización de derechos civiles para latinos más antigua de Estados Unidos, dijo a Clarín que este momento es «un recuerdo de las peores épocas que los inmigrantes hemos visto en este país».

“Esto no es más que un disfraz de una estrategia racista porque estamos creciendo impresionantemente y no saben cómo frenar este tsunami. Ellos piensan que están perdiendo su país. Creo que lo que estamos viene de Florida es una vista anticipada de lo que va a suceder en Texas y otras partes del suroeste donde el racismo vive y está teniendo su momento de apogeo”, comenta Cruz.

“La situación es muy difícil. El temor es total”, agrega. «No solamente si son personas que no tienen documentos, sino que el temor alcanza a gente como yo, que tenemos la apariencia de latinos. Tenemos miedo. Si vas en tu auto y estás llevando a tu madre o a tu abuela y ella no tiene papeles ahora vas a ser culpable de un delito”.

LULAC es una de las organizaciones que llaman a los turistas a no viajar a la Florida, una manera de protestar contra las medidas, y también tienen previsto Organizar marchas las proximas semanas.

“Queremos es que la gente piense antes de visitar Florida. Incluso si tienen papeles, van a revisar a todos y tenemos esa preocupación. No vamos a permitir, ni quedarnos en silencio ante un ataque tan directo como este. Lo que pasa es que la prioridad de De Santis es llegar a la Casa Blanca”, señala Cruz.

Una marchó contra el gobernador ultraconservador de Florida, Ron DeSantis, este miércoles.  Foto: EFE


Una marchó contra el gobernador ultraconservador de Florida, Ron DeSantis, este miércoles. Foto: EFE

Impacto en la economía

Las medidas, dice, afectarán «enormemente la economía del estado», que utiliza gran cantidad de mano de obra de inmigrantes, y pone el ejemplo de Arizona que sancionó a los ojos más duros y en 4 meses perdió US$141.000 millones.

«In Florida va a triunfar lo mismo: la gente está dejando sus trabajos y no se están reportando porque saben que existe el riesgo. Yo creo que van a ser las Cámaras de Comercio las que pedirán que el gobernador reconsidere la medida porque va a ser un día muy triste, yo creo que la economía de la Florida se va a ir abajo”, advierte Cruz.

Consultado por este diario, Renata Bozzetto, Directora adjunta de Florida Immigrant Coalition, marcó en números el impacto.

“Los inmigrantes generaron US$31,000 millones en impuestos para el estado y 400,000 inmigrantes para los empresarios responsables de la vibrante economía de Florida. Casi 3 millones de trabajadores inmigrantes forman parte de la fuerza laboral de Florida (27%), e incluso aquellos que tienen un estatus migratorio regulado cuestionan los riesgos de vivir en un estado que pretenden cercenar nuestra libertad de vivir y trabajar sin miedo. Estamos recibiendo informes de que nuestros amigos y vecinos se van, y eso es desgarrador para nuestras comunidades y nuestra economía”, afirma.

Un inmigrante trabaja en un campamento en Homestead, Florida, días atrás.  Foto: AFP


Un inmigrante trabaja en un campamento en Homestead, Florida, días atrás. Foto: AFP

Neza Xiuhtecutli, Coordinadora General de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, coincide: “Este es uno de los ojos que dura más que hemos visto. Está diseñado para crear un sentimiento antiinmigrante y convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios, comme también un perfil racial en Florida”, dice a Clarín.

Además, advierto, se está difundiendo mucho información errónea. “Los inmigrantes tienen miedo de buscar atención médica porque creen que su información personal se compartirá con los servicios de inmigración. Algunas personas han comenzado o están pensando en irse del estado y esto afectará a la economía”.

Protestas

El estado está en ebullición. Se organizarán marchas y boicots en todo el país para protestar por esta ley. Desde Houston, Texas, el camionero Manuel Sánchez cuenta ha Clarín que un movimiento de transportistas que él promovió está programando ha recorrido las redes sociales de que los camiones no ingresan a la Florida con mercadería. Además, convocan para el 1 de junio a una jornada de no comprar nada en todo el país.

“Queremos darle un mensaje al gobernador DeSantis y apoyo a los hermanos inmigrantes. Sin nosotros ni el estado ni el pays se mueven. Sin camioneros ni inmigrantes el país no se mueve. Nosotros estamos boicoteando la entrada a Florida y verán que sin los truckeros ni la mano de obra inmigrante su economía va a resultar afectada”, dijo Sánchez.

El tema migratorio es muy divisivo en la campaña electoral. Mentras en Florida se impone la mano dura, en Washington buscan un consenso entre legisladores republicanos y demócratas sobrios un proyecto bipartidista que negará la seguridad en la frontera, pero que abre el camino para la legalización de cerca de 12 millones de inmigrantes indocumentados en EE. UU. Faltan muchas horas de dura rosca politica para que ese proyecto prospere.

Adelys Ferrro, de la organización Caucus Venezolano-Americano, habla a la prensa, este sábado, sobre la ley contra los inmigrantes sin papeles.  Foto: EFE


Adelys Ferrro, de la organización Caucus Venezolano-Americano, habla a la prensa, este sábado, sobre la ley contra los inmigrantes sin papeles. Foto: EFE

Mientras tanto, Gabriela dice que va a esperar un tiempo, evalúa qué hacer. “Hemos sabido todo este tiempo que Florida es un estado racista, pero no había hasta ahora leyes tan duras”, señala la joven mexicana.

Y concluye: «DeSantis lo está haciendo porque se va a lanzar como presidente y quiere ganarse el voto de gente que no tiene corazón. Pero yo tengo miedo de salir a la calle y que me arresten, miedo de que mis hijos queden ese día solos en la escuela porque no los pueda ir a buscar y se los lleve una asistente social. Es duro. No sé qué será de mi vida ahora».

Washington, corresponsal

CB

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