Bajo la atenta mirada del príncipe William, el domingo 16 de julio en la cancha central de Wimbledon, un nuevo maestro del tenis se convirtió en rey en cinco sets. Tras un fallido inicio de partido, el número uno del mundo Carlos Alcaraz superó a su subcampeón del ranking ATP y jugador más laureado de Grand Slam (23), Novak Djokovic (1-6, 7-6 [8-6]6-1, 3-6, 6-4).

Maltratado desde el principio, como durante su derrota en junio contra el serbio en las semifinales del Abierto de Francia, el español mostró una solidez impresionante. Mejor preparado esta vez, el nativo de El Palmar ha ido dominando poco a poco a su rival, y sus nervios. Sin dejar de ser fiel a sí mismo en la cancha, generoso en el esfuerzo, capaz de ganar puntos en delicadeza, como en potencia.

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“Carlitos” completa así su ascenso al poder sobre la hierba, el terrícola, ganador un mes anterior del ATP 500 de Queen’s, torneo prólogo en Wimbledon. A sus 20 años, el murciano firma ahora su segunda victoria en Grand Slam, tras su éxito en 2022 en el US Open.

Una adaptación rápida

Dominando la tierra batida desde el inicio de la temporada, Alcaraz sorprendió a su mundo en Gran Bretaña, sobre hierba, en un torneo en el que nunca había llegado a octavos de final. Habiendo perdido solo dos sets antes de la final, el español se deshizo fácilmente del número seis del mundo, Holger Rune (7-6 [7-3]6-4, 6-4), en cuartos, antes de infligir, en semifinales, la misma sentencia al número tres, Daniil Medvedev (6-3, 6-3, 6-3).

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Lleno de confianza cuando ingresó a la Pista Central el domingo, Alcaraz primero sufrió todo lo que elogió antes, de su oponente: “No hay debilidad (…), es un jugador completo, que no hace nada malo en la cancha. Físicamente, es un monstruo. Mentalmente, es un monstruo. »

Secado en el primer set (6-1) en apenas 34 minutos de juego, el asturiano de pelo despeinado hizo hablar entonces su orgullo. Un cambio suficiente para embolsarse las próximas dos entradas. Primero tras un asfixiante tie-break (7-6 [8-6]), ejercicio aún aclamado por el serbio, que había ganado sus últimos trece partidos decisivos.

En el tercer set, el español perdió ante el serbio la lección que él mismo había recibido en el primero (6-1). Con la diferencia de que los dos hombres se enfrentaron durante casi media hora en el quinto partido, durante una sucesión de ventajas e igualdades.

En el cuarto set, ‘Nole’ recuperó el aliento y estuvo más afilado que el español (3-6). Luego, los dos hombres se embarcaron en un quinto set eléctrico donde Alcaraz rompió rápidamente a Djookic. El número uno del mundo entonces no cedió ni un centímetro de terreno al serbio. Un solo punto de partido será suficiente para que concluya el juego. Lleno de alegría, Alcaraz se derrumbó en la pista central una vez que se logró su éxito.