El diagnóstico de cáncer implica un antes y un después en la vida de la mayoría de las personas que deben atravesarlo. Eso deja marcas, que incluyen desde fatiga, pasando por scars, cambios en la piel, el pelo y hasta la pérdida de alguna parte del cuerpo. No obstante, algunas medidas pueden ayudar a sobrellevar mejor esos cambios y efectos secundarios propios de la enfermedad y su abordaje.
Así lo destacó Amye Tevaarwerk, oncóloga de la Clínica Mayo (Rochester, Minnesota, Estados Unidos), en artículo donado por la institución.
«El tratamiento activo es un recorrido fisicamente intenso que puede alterar el cuerpo permanentemente», dijo la médica.
Algunos de esos efectos físicos secundarios pueden continuar por meses o años después de hábito recibido el diagnóstico y el tratamiento para el cáncer. «Serán notorios para unas personas, mientras que para otras no», sumó Tevaarwerk.
La buena noticia es que «hay tratamientos y recursos que pueden» reducir las consecuencias de algunos efectos secundarios» y que los hábitos saludables «también pueden hacer la diferencia».
Efectos físicos secundarios del cáncer
Los efectos secundarios duraderos suelen estar relacionados con los tipos de tratamiento para el cancer que haya recibido cada paciente, apuntó la médica. Para muchos, ese enfoque incluye operación, quimioterapia o radioterapia.
«Estos tratamientos pueden causar cambios físicos drásticos y rápidos. También es frecuente el uso de terapias endócrinas u hormonales, pero sus efectos secundarios pueden ser más útiles o tardar más en parecer”, aclaró.
«Los síntomas y los efectos secundarios pueden ser temporal o permanente. La duración depende de muchos factores, como los picos de tratamiento, los síntomas, la edad y el pico y el estadio del cáncer”, dijo.
Y sostuvo que, a pesar de la gran diversidad de tratamientos, las personas qu’atraviesan una enfermedad oncológica «comparten algunas similitudes en cuanto a cambios físicos y desafíos», como la fatiga, dolor o cicatrices en el lugar de la intervención, los cambios hormonales y además los niveles de actividad.
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Fatiga, la más común
La fatiga persistente -esa sensación de cansancio, debilidad o agotamiento que no mejora ni siquiera con el descanso- es el efecto secundario con más frecuencia causadas por el cáncer y su tratamiento. Su duración es variable: puede ocurrir ocasionalmente y prolongarse por poco tiempo o extenderse hasta varios meses.
«El cansancio es dificil de tratar porque no hay muchos medicamentos aprobados disponibles y hay otros factores que contribuyen a ella, como el dolor, los trastornos del sueño o el estrés emocional», dijo la oncóloga.
dependiendo del tipo de operación a la que haya sufrido, el paciente puede sufrir malestar, linfedema (hinchazón) y daño nervioso (neuropatía) que provoca dolor.
«Las cicatrices de la operación tardía se curan y pueden ser visibles inmediatamente siempre y cuando hayan recibido el tratamiento. avanzadas, las técnicas mejoradas, lo que disminuyó los efectos duraderos y el dolor causado por los procedimientos quirúrgicos», afirmó Tevaarwerk.
En algunos casos, los cambios físicos pueden responder a cambios hormonales derivados del tratamiento oncológico.
“En el caso de cánceres sensibles a las hormonas, se utilizará la terapia endocrina hormonal para reducir el riesgo de que el cáncer aparezca de nuevo. su terapia endocrina”, explica la autora del artículo.
«Estos tratamientos cambian los niveles hormonales del organismo temporal o permanente. Algunos efectos secundarios que podrían durar más allá del tratamiento son sofocos, síntomas de las articulaciones, cambios en la salud sexual, cambios en el sueño, dolor de cabeza, aumento de peso y cambios en la memoria”, precisa.
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Cambios en los niveles de actividad
Es posible que tras una cirugía, los pacientes sientan que su amplitud de movimiento o su movilidad es limitada. Además, la capacidad para hacer ejercicio puede vers afectada por efectos secundarios de la quimio o la radioterapia. Y a todo eso se le suma la fatiga, que muchas veces atenta contra las actividades diarias.
«Esto puede mejorar con el tiempo y la fisioterapia«, impulsó el oncólogo.
Consejos para la recuperación física
La medicina indica que la persona con cáncer puede mejorar en fuerza y resistencia durante el tratamiento y la rehabilitación mediante el cumplimiento de una serie de medidas que incluyen mantenerse físicamente activo, mejorar una dieta cardiosaludable, dormir bien y controlar el estrés.
«Animamos a los pacientes a estabilizar lo más activos posible colgante y después de haber recibido el tratamiento. Es la filosofía de ‘úsalo o piérdelo’, de modo que cuanto más activo se dure el tratamiento, menos tendrá que hacer colgante la», explicar.
«El ejercicio puede fortalecer tu sistema inmunológico, darle más fuerza y résitena y mejorar tu salud mental. pero intensas de actividad.»
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Lleva una dieta cardiosaludable
“Es importante plantear una dieta equilibrada y cardiosaludable para la salud en general y para reducir el riesgo de cáncer. Una dieta sin centrarse en carnes magras, granos enteros, frutas y verduras y limitando los procesos de comidas o azucaradas. Además , tomá mucha agua para mantenerte hidratado e intentá limitar el consumo de alcohol”, indicó.
«La fatiga puede empeorar si no dormís bien por las noches. Priorizá tu sueño hacer uso de una rutina de sueño regular y hacer de tu dormitorio un santuario tranquilo».
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Controla los niveles de estrés
«El cáncer, como todas las enfermedades tombs, produce mucho estrés. El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la sensación de fatiga. Probá técnicas de relajación y meditación para manejar el estrés», sugiere la oncóloga.
Y recomendó buscar apoyo en familia y amigos Durante y después de haber recibido el tratamiento, así como en grupos de pacientes. Non aislarse es important: «programá actividades sociales para interactuar con otras personas», aconsejó.
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