Polonia ha cerrado este lunes la etapa de ocho años de Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia, que ha llevado al país a los márgenes de la Unión Europea comprometiendo el Estado de derecho. El Sejm, la Cámara baja del Parlamento, ha rechazado la investidura de Mateusz Morawiecki y su propuesta para gobernar el país cuatro años más. La mayoría parlamentaria liberal tiene previsto elegir esta misma tarde, a partir de las ocho, a Donald Tusk como primer ministro. El líder de la formación de centroderecha Plataforma Cívica (PO) someterá su propuesta de Ejecutivo de coalición a una moción de confianza el martes. Los liberales esperan que la ceremonia de toma de posesión del nuevo Gobierno ante el presidente, Andrzej Duda, se celebre el miércoles para abordar sin dilación la tarea de devolver al país al centro de la UE en la cumbre de este jueves y viernes en Bruselas.

La expectación este lunes es máxima en Polonia. En Varsovia, un cine ha abierto sus puertas para seguir en directo en pantalla grande la sesión parlamentaria y en YouTube, un récord de más de 270.000 la veía en el canal oficial. Las esperadas votaciones llegan casi dos meses después de una jornada electoral que registró una participación histórica el pasado 15 de octubre. Tanto los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS) como los liberales de PO enmarcaron las elecciones de aquel día como el acontecimiento político más importante y decisivo del país desde 1989, cuando se celebraron los primeros comicios semidemocráticos que propiciaron el fin del comunismo.

En su discurso ante la Cámara, el economista Morawiecki ha defendido algunos de los logros de su Ejecutivo, como “el segundo desempleo más bajo de la UE, un esloti fuerte, inflación en rápido descenso y uno de los crecimientos económicos más rápidos” que, según ha subrayado, puede permitir a Polonia adelantar próximamente a España en PIB per cápita. El aspirante a reeditar su mandato —ha obtenido 190 votos a favor frente a 266 en contra— ha presentado un programa de Gobierno para abordar siete grandes retos, basado en la seguridad, el desarrollo económico y tecnológico, y en la concordia social, después de ocho años de agravar la polarización desde las instituciones.

Jaroslaw Kaczynski, el presidente de PiS y líder de facto durante los dos mandatos que han terminado este lunes, ha defendido que desde 2015, su política se basó en “valores”, frente a otra forma “simple” de hacerlo, que ha resumido en la “cooperación y sumisión a grupos más fuertes, tanto internos como externos”. “No podemos aceptar que la independencia polaca vuelva a ser un incidente histórico”, ha dicho.

Mateusz Morawiecki durante su intervención en el Sejm. Detrás, en la primera fila en el centro, el líder de PiS, Jaroslaw Kaczynski.PAWEL SUPERNAK (EFE)

Duda, afiliado a PiS hasta que optó a la presidencia, otorgó a Morawiecki el encargo de formar Gobierno por “costumbre parlamentaria”, porque los resultados de las elecciones habían puesto de manifiesto que el partido de Kaczynski no contaba con la mayoría necesaria. La decisión del presidente ha mantenido en el poder dos meses extra al partido ultraconservador. En este tiempo, los medios polacos han dado cuenta de los intentos de PiS de apuntalar su poder hasta el último minuto, mediante el nombramiento de personas leales en puestos clave como la jefatura de la Agencia Polaca de Supervisión de Auditorías y la Autoridad Polaca de Supervisión Financiera. El viernes, Tusk acusó también a los nacionalpopulistas de arrojar dinero a los suyos “con los puños llenos”.

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Cuando Tusk sucedió a Kaczynski como primer ministro en 2007, no creyó necesario revisar y renovar las estructuras de poder de algunas instituciones clave. Personas cercanas a PiS en la cúpula de los servicios secretos se dedicaron a torpedear desde dentro el Gobierno liberal. Aprendida la lección, el dirigente, que ha vuelto a Polonia después de presidir el Consejo Europeo (2014-2019) y el Partido Popular Europeo (2019-2021), se propone hacer una limpieza profunda en instituciones y empresas públicas. En algunos casos no será sencillo terminar los mandatos blindados por PiS.

Visita a Bruselas

Pocas horas después de tomar posesión, Tusk espera poder viajar a la cumbre de la UE con los países de los Balcanes occidentales el miércoles y a Bruselas el jueves, para participar en el último Consejo Europeo del año, del que se esperan decisiones cruciales sobre el futuro de Ucrania. El nuevo primer ministro tiene también la misión de desbloquear los más de 35.000 millones de euros suspendidos por el deterioro del Estado de derecho. El proceso para cumplir con las exigencias de Bruselas y recuperar el imperio de la ley en Polonia no será sencillo, porque muchas medidas requieren de la cooperación del presidente Duda, pero el equipo que capitaneará el ex Defensor del Pueblo Adam Bodnar al frente del Ministerio de Justicia ya tiene un plan para adoptar algunas medidas. La idea es enviar un mensaje claro a la Comisión Europea de que la justicia polaca va a alinearse a los principios europeos. Para ello, una de las primeras iniciativas será unirse a la Oficina de la Fiscalía europea.

El nuevo Ejecutivo constará de tres patas: los liberales de Coalición Cívica, que agrupan a PO y otros partidos minoritarios; Tercera Vía, formada por los democristianos de Polska 2050 y el partido agrario PSL; y el minoritario socialdemócrata Lewica. Este Gobierno abordará inmediatamente cambios en los medios de comunicación públicos. Ley y Justicia ha convertido a la TVP, la cadena de televisión pública, en una maquinaria de propaganda durante sus ocho años en el poder.

Tusk ha advertido a sus futuros ministros de que les esperan semanas de trabajo intenso y ha pedido cooperación entre departamentos. Uno de los que más trabajo inmediato tendrá será el nuevo titular de Finanzas, Andrzej Domanski. Tras su primera reunión de trabajo con su futuro Gabinete el viernes pasado, Tusk avanzó que a partir del 1 de enero los profesores recibirían el aumento de sueldo prometido y que el programa de ayudas estrella de PiS, el conocido como 500+ que otorga 115 euros por hijo al mes, pasará a ser el 800+, con 184 euros mensuales.

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