Antiinfecciosos, antiepilépticos, posibles, antidiabéticos… La escasez en el suministro de productos sanitarios se ha convertido en el flagelo diario de farmacéuticos y médicos hospitalarios. Han ido empeorando constantemente en Francia durante quince años. Ante la situación, el gobierno anunció, el viernes 3 de febrero, la puesta en marcha de un comité directivo sobre medicamentos, destinado a sentar las bases para un “nueva estrategia para la prevención y gestión del desabastecimiento”.
Tras una reunión con actores del sector de la salud, incluidos representantes de pacientes, profesionales de la salud y fabricantes de medicamentos, este comité de dirección, bajo la égida de los ministerios de salud e industria, ha esbozado una serie de proyectos que se implementarán en los próximos meses. Conformarán el marco de la futura hoja de ruta de los próximos años para combatir el desabastecimiento de productos sanitarios, que se presentará en junio.
El fenómeno de la escasez no es nuevo. A principios de la primavera de 2020, la primera ola de Covid-19 ya había puesto de manifiesto las dificultades de suministro de determinados medicamentos en caso de crisis. Sin embargo, tres años después, la situación ha dado un giro crítico. En 2022, más de 3.000 medicamentos de gran interés terapéutico fueron descontinuados o en riesgo de ruptura por parte de los fabricantes farmacéuticos. Fueron 1.504 en 2019.
“Garantizar el cuidado de nuestros conciudadanos”
El clímax se alcanzó este otoño, cuando las formas pediátricas de paracetamol y amoxicilina, dos botiquines básicos entre los más consumidos en Francia, comenzaron a agotarse en el mostrador de las farmacias. Después de haber puesto en perspectiva el alcance de estas carencias a principios de otoño, el gobierno ha redoblado sus esfuerzos este invierno para remediarlas. El viernes, anunció la demanda, “hasta que la situación mejore definitivamente”medidas de crisis puestas en marcha para estos dos productos, incluyendo en particular el racionamiento de existencias, la prohibición de exportaciones por parte de los mayoristas y el uso de preparados magistrales por parte de los farmacéuticos.
Las tensiones por la amoxicilina también deberían desvanecerse con la entrega por parte de Biogaran y GSK, dentro de quince días, de más de un millón de frascos de este antibiótico, fabricado en el sitio de Mayenne, en el oeste del hexágono. “A partir de la próxima semana se entregarán a las farmacias 750.000 cajas de amoxicilina. En total, este suministro adicional representa el equivalente a un mes de consumo de este producto”.explica Jérôme Wirotius, director general del laboratorio Biogaran y vicepresidente de Gemme, la organización de fabricantes de medicamentos genéricos en Francia, que está encantado con las medidas antidesabastecimiento anunciadas por el Estado.
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