Atrás quedaron Cristaline y AWA, dos marcas populares de agua que ha estado comercializando durante más de veinte años en Costa de Marfil. El grupo Castel podrá concentrarse en su Bock, su Flag y su –acertadamente llamado– Castel, que ya están flotando a flote en este país de África Occidental donde domina el mercado. A mediados de abril se anunció la finalización de la venta de estas dos marcas, así como de la fábrica marfileña que las produce. Este grupo francés en expansión (6.000 millones de euros en ingresos totales, 40.000 empleados), número uno en cerveza en el área francófona pero presente en todo el continente también con refrescos, también está activo en azúcar, comida animal o harina, sin mencionar su posición de liderazgo en la producción de vino en Francia. Esta venta es parte de un «estrategia para reenfocarse en su core business», según un comunicado de prensa. Un deseo claro desde 2022.

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Castel, que tenía fama de no vender nunca una fábrica, parece acumular enajenaciones pero también adquisiciones respondiendo a esta estrategia. Además de Costa de Marfil, el grupo está ultimando actualmente la venta de su negocio de embotellado de agua en Marruecos y ha «la voluntad de avanzar hacia» transacciones similares en Burkina Faso, Chad, Camerún y Benin. De acuerdo a África joven, también comenzó a vender los molinos de trigo que opera en varios países de África Central y en Togo. Por el contrario, Castel ha reforzado su posición en cerveza en Camerún y Etiopía al comprar por un total de 500 millones de euros al grupo británico de bebidas Diageo dos cervecerías productoras de Guiness, de las que también ha adquirido la licencia en estas pay.

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Salir de ciertas actividades demasiado periféricas, por tanto, para centrarse en la «espuma» -con diferencia, el alcohol más consumido en África, con un abrumador 83% de los volúmenes según la empresa de análisis especializada IWSR-, pero también en sus propios refrescos. Una asociación de larga data con Coca-Cola, cuyos refrescos embotellaba en una docena de países africanos, ha llegado a su fin por este motivo en particular. Al mismo tiempo, Castel está mostrando su voluntad de avanzar hacia la integración de la cadena de valor de sus bebidas, en un contexto de alta inflación, desorganización de los sectores logísticos post-Covid y escasez de electrodomésticos en África.

El vidrio, un eje estratégico

Upstream, por lo tanto, ha invertido en los últimos años en fábricas de procesamiento de maíz en el Congo, Camerún y Costa de Marfil (que producen en particular maíz gritz, un tipo de sémola que se puede utilizar en la composición de cerveza en malta adicional). Aguas abajo, busca adquirir fabricantes de botellas de vidrio, particularmente en Argelia donde se ha firmado una carta de intención para comprar al líder local Alver.

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