El acuerdo entre Israel y Hamás avanza con los mismos parámetros en los que está prorrogado hasta primera hora del jueves: la milicia islamista palestina entrega mujeres y menores israelíes que capturó en su ataque del 7 de octubre (60, con los de este martes, más otros 21 extranjeros sin contrapartidas) a cambio de la excarcelación del triple de presos palestinos (también mujeres y menores), un alto el fuego y la entrada a Gaza desde Egipto de 200 camiones de ayuda humanitaria. Sin embargo, unos y otros negocian ya en Qatar, el principal mediador, prorrogar el pacto unos días más, pero introduciendo cambios. El principal: incluir varones adultos en el canje. Los directores del Mosad, David Barnea; de la CIA, William Burns, y de los servicios de inteligencia egipcios, Abbas Kamel, buscan este martes un consenso en Doha.

Los dos mediadores árabes, Qatar y Egipto, pretenden aprovechar el acercamiento que ha generado el diálogo para transformarlo en un alto el fuego definitivo. “O, por lo menos, en una tregua más larga”, gracias al “impulso positivo” que se ha generado, ha señalado Majed Al Ansari, portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, en una rueda de prensa.

Como el pacto supone un respiro humanitario a una Gaza destrozada y bloqueada, también el Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha pedido que callen las armas de forma permanente. “Tan solo seis días no son suficientes para proveer toda la ayuda que se necesita. La gente de Gaza tiene que comer a diario, no solo seis días”, ha señalado su directora para Oriente Próximo, Norte de África y Este de Europa, Corinne Fleischer, citada en un comunicado.

Israel, en cambio, presiona en Doha para que la nueva versión del canje incluya soldados. En una prueba más de la importancia que la opinión pública israelí concede al regreso de los rehenes, su primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha emitido un comunicado para señalar únicamente que ha hablado con el director del Mosad por teléfono.

Ahmad Salaima recibe el abrazo de un familiar tras su puesta el libertad, este martes.AHMAD GHARABLI (AFP)

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Israel rechaza con vehemencia irse de Gaza sin acabar con Hamás, y lo ha vuelto a dejar claro este martes su jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi: “El ejército está preparado para seguir combatiendo. Estamos usando los días de pausa como parte del acuerdo para aprender, reforzar nuestra preparación y aprobar futuros planes operativos […] Desmantelar a Hamás llevará tiempo. Son metas complejas, pero están inconmensurablemente justificadas”. Por si acaso, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha lanzado una advertencia a Netanyahu a través de X, la red social antes llamada Twitter: “Parar la guerra = disolución del Gobierno”.

Cadáveres a cambio de presos

Hamás también es partidario de un nuevo acuerdo que se encadene con el vigente. “Esperamos que la ocupación [Israel] lo cumpla en los dos próximos días porque estamos buscando un nuevo acuerdo, más allá de mujeres y niños, con otras categorías que podamos intercambiar”, señaló uno de sus dirigentes, Jalil Al Hayya, la noche del lunes a la cadena de televisión Al Jazeera. La fórmula “otras categorías” abre la puerta a la entrega de cadáveres a cambio de la liberación de presos, como la que pactaron en 2008 Israel y la milicia libanesa Hezbolá.

El quinto canje ya ha concluido. Hamás entregó 12 rehenes, 10 mujeres israelíes y dos personas de nacionalidad tailandesa, al Comité Internacional de la Cruz Roja en Rafah, el paso fronterizo con Egipto, que ya se encuentran en territorio israelí, lo que puso en marcha la excarcelación de 30 presos (una mitad, menores; la otra, mujeres) a los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania.

Una rehén sujetaba a un perro durante su entrega a miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja, este martes en la Franja de Gaza.AL-QASSAM BRIGADES, MILITARY WIN (via REUTERS)

Al menos tres de las 10 liberadas israelíes tienen también nacionalidad argentina. Una es Gabriela Leimberg, de 59 años. Emigró a Israel en la década de los noventa y vivía en Jerusalén con su hija adolescente Mia. Han sido entregadas juntas este martes. Las dos habían acudido a un kibutz a visitar a una hermana de Gabriela, Clara Merman, de 63, al kibutz cercano a Gaza en el que residía, Nir Yitzhak, según ha difundido el Foro de Secuestrados y Desaparecidos. La tercera es Ofelia Roitman, de 77 años, educadora que dirigió escuelas judías en su país natal y se instaló en Israel en los años ochenta.

Al mediodía se ha registrado una de las vulneraciones de la tregua más graves, aunque no parece ponerla en peligro. En un episodio confuso, soldados israelíes y milicianos palestinos se han enzarzado en un tiroteo, según han confirmado ambas partes. El ejército israelí asegura que tres artefactos explosivos fueron detonados cerca de sus soldados y varios resultaron heridos leves. Abu Obeida, el portavoz del brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezedin Al Qassam, lo ha descrito como una “fricción táctica” fruto de una “clara vulneración de la tregua” por parte del ejército israelí. “Estamos comprometidos con la tregua mientras Israel siga comprometido con ella”, ha agregado Abu Obeida.

Israel defiende que sus tropas estaban ubicadas en posiciones permitidas por el pacto, que no obliga a su retirada. Miles de soldados siguen en el interior y pueden efectuar determinados desplazamientos acordados. El ejército está además impidiendo a los cientos de miles de desplazados al sur de la Franja aprovechar la ausencia de bombardeos para regresar al norte, para ver el estado de sus hogares o buscar cadáveres entre los escombros. Los bombardeos aéreos han borrado allí barrios enteros.

En otro incidente que tuvo lugar en Gaza capital la mañana del lunes, un tanque abrió fuego sin causar heridos. Según el ejército israelí, se trató de un disparo de advertencia, ya que alguien se había acercado a sus militares.

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