La actividad económica y los ingresos de los trabajadores en mayo mostraron signos de desaceleración.

La actividad industrial y la construcción registran signos de aceleración. Los datos oficiales de mayo acaban de mostrar variaciones negativas en ambos sectores y advierten sobre un deterioro progresivo de la economía.

En mayo, el indicador sintético de actividad de la construcción (ISAC) que mide el Indec mostró una baja de 2,9% respecto a igual mes de 2022. Así, el acumulado de los cinco primeros meses del año presentó una retracción del 1,9% respecto a igual período de 2022.

También la industria obtuvo resultados negativos con una merma del 1,5% con respecto al mes de abril. En el transcurso de la comparación, en la comparación con el mismo mes del año pasado se registró una subba de 1,1% y en el acumulado enero-mayo de 2023 presentó un incremento de 2,2%.

Fuentes vinculadas a la Unión Industrial (UIA) informó que en el primer semestre la actividad «viene resistiendo, resolviendo los problemas críticos para no parar la producción». Pero aconsejo que la sequia impactó directa e indirectamente en la macro.

En mayo, además, los salarios formales, con aportes a la Seguridad Social, sufrirán el 6,2% por debajo de la inflación de esos meses, que fue del 7,8%. Así revirtió lo que vino pasando en los meses anteriores por los efectos de los aumentos de las paritarias, en los que las salarios subas superaban la inflación.

En mayo, lo que se vio es el impacto en los rubros que dependen del agro: la maquinaria, producción de aceites, fertilizantes, agroquímicos, etc. mientras que el sector automotriz y el vinculado a la refinación de petróleo (por el efecto Vaca Muerta ) Eleva el indicador de la actividad.

En este sentido, «el mes de Junio ​​va a ser parecido. Y ya en el segundo semestre, la falta de reservas y de divisas van a resentir mas la actividad. «Vendrá una caída escalonada, cuya velocidad nadie sabe hasta que se producirá la demorada devaluación que traerá una caída más profunda para después iniciar el repunte, pero no antes del 2024», dijo la fuente.

En cuanto a lo que sucede en el ámbito de la construcción, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción (CAMARCO) dice que la actividad está con niveles altos que se evidencian especialmente en el alto nivel de empleo y consumo de cemento. embargo sobre el pecado advierte que se empiezan a ver «algunos signos de estabilidad o decrecimiento».

Esa «tendencia decreciente», según el referente del sector empezó a notarse hace dos o tres mesesfundamentalmente por las áreas: «la inflación impacta en las viviendas particulares y en las viviendas públicas, recrudecen otros problemas inherentes a la estampida de los precios como los retrasos en los pagos de las obras».

Según su visión la caída de la actividad «no va a ser abrupta», sino del orden 1% o 2% mensual a lo largo de los próximos seis meses. Según el titular de CAMARCO, «todos los sectores existen con la rentabilidad que no saben dónde colocar sus pesos y se embarcan en operaciones inmobiliarias».

Algunos datos a tener en cuenta, en el corto plazo, según la consultora LCG son: el empeoramiento en las expectativas sobre la dinámica de la obra pública, pero no sobre la obra privada. Ocurre que, “de las empresas que realizan obras públicas, un 17% espera que la actividad mejore para los próximos tres meses (3,4 puntos menos que el mes anterior). En cambio, entre aquellas que realizan obras privadas poco más del 16% espero un aumento (1,5 puntos más que en abril)”, comentaba en su último informe.

Sobre la actividad industrial, la consultora apuntó: «espero que logre y/o profundice las restricciones a las importaciones de insumos para poder retener las reservas. Esto afectará la operatividad de la industria, por lo que proyectamos una caída en torno al 3,5% de media anual respecto al año 2022″comentó LCG entre sus conclusiones.

En cambio, sobrio analizó la construcción que “caracterizada por la alta informalidad, en combinación con una correlación significativa con el incumplimiento cambiario que reducía los costos, esperando que la actividad pudiera amortiguar los efectos recesivos que a lo largo de 2023 sufrirá el resto de los sectores».