De las mujeres presentes en el campo de la que fue, en marzo de 1954, la mayor derrota francesa de la guerra de Indochina, la historia oficial ha conservado únicamente a la enfermera Geneviève de Galard, coronada con todos los honores. A pesar de su valentía y dedicación, se ha pasado por alto a otros reclutas del ejército: las prostitutas en los burdeles militares. Fantasmas que rondan las historias y testimonios de los veteranos.