¿Sabías que Francia tiene el mayor productor mundial de fleischschnacka y casi lo pierde? Para quien no esté familiarizado con esta especialidad alsaciana, aquí está: un pot-au-feu a fuego lento que una máquina unta sobre masa de fideos y que con un don de hombres y mujeres, charlotte en la cabeza y blusa flocada con su nombre de pila , enrollar y atar para la venta en supermercados.

“Si no nos hubiésemos asentado, todo desaparecería. Habría sido una pena». comenta Mathieu Rouillard, 51 años, director general de la cooperativa de producción (SCOP) Maurer-Tempé, en Kingersheim (Haut-Rhin). Corría el año 2019. La empresa que comercializa embutidos y especialidades alsacianas atravesaba un nuevo concurso de acreedores, ya que los planes sociales habían reducido drásticamente la plantilla –desde un millar en los años 90 hasta 1993 cuando fue absorbida como SCOP por sus empleados- a 125 hoy. .

« Si no hubiéramos tenido el movimiento SCOP de nuestro lado y sus mecanismos financieros, no habríamos podido convencer a nuestros socios bancarios, subraya Mathieu Rouillard desde el principio. Sin mencionar todo el apoyo, hay un seguimiento real detrás de esto. » Una de las razones, explica, de la resiliencia de las empresas cooperativas. Contrariamente a lo que podría sugerir el reciente fracaso de Scopelec, un SCOP especializado en el despliegue de redes de telecomunicaciones, su tasa de sostenibilidad a cinco años es superior a la media (73% en 2021, frente al 61%, según los SCOP de la Confederación General) .

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La otra razón es, según Rouillard, el propio modelo. “Sin él no hubiéramos dominado las cuatro crisis que hemos vivido en cuatro años”, repite con convicción, mostrándole el lugar a la compañía. A saber, el aumento de los precios de la carne de cerdo después de la peste porcina africana, la pandemia de Covid-19 y la interrupción del mercado que causó, y hoy la inflación y la crisis energética.

Un empleado, un voto

Hay más de 4.000 SCOP en Francia, para 81.000 empleados, una cifra que ha aumentado considerablemente en los últimos años. Même si elles sont organisées et hiérarchisées comme des entreprises conventionnelles, leur spécificité tient d’abord à leur gouvernance démocratique : les salariés détiennent la majorité du capital social et des droits de vote et, si tous ne sont pas associés, ils ont vocation à le volverse. Cualquiera que sea el puesto, el estatus o la cantidad de capital invertido, cada empleado tiene la misma voz, para votar en las decisiones cruciales pero también para elegir, en asamblea general, al director general y al consejo de administración (CA), entre los empleados voluntarios.

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