La Costa Brava, la Costa del Sol, Alicante, Andalucía… Esto evoca la perspectiva de las vacaciones y los extranjeros voluntariamente invierten en ellas. «Al igual que en Francia, el mercado está un poco lento por las dificultades para acceder al crédito, pero la demanda exterior ha sido muy fuerte desde el Covid», afirma Mateo Lecocq, director general de la red de agentes de IAD en España. En 2022 se realizaron unas 700.000 transacciones, de las que alrededor del 8,3% fueron realizadas por franceses, por detrás de británicos y alemanes, según el consejo general del notariado español (Notariado.org).
Los precios inmobiliarios aumentaron un 7% en 2022 en España. Y la subida podría continuar: “Desde el estallido de la burbuja especulativa en 1999, los precios aún no han alcanzado el nivel anterior a la crisis. Todavía hay margen de mejora”piensa Patrick Crosset, cazador inmobiliario en España y fundador de la web Buyinespana.fr.
La elección de los extranjeros va primero a Baleares, luego a Canarias, Andalucía o incluso a la Comunidad Valenciana. Le sigue Cataluña, con Barcelona, y la capital, Madrid. Los franceses, por su parte, están presentes en casi todas partes, pero privilegian Cataluña y Aragón. Alrededor de un tercio de los compradores extranjeros desea adquirir una segunda casa, pero un tercio compra para hacer una inversión de alquiler, particularmente en ciudades estudiantiles, y el último tercio para vivir allí todo el año.
Los sectores más caros son también los más demandados con Baleares donde se cobra algo más de 4.000 euros el metro cuadrado de media. Incluso elegido para grandes como Madrid o Barcelona donde el precio también ronda los 4.000 euros. “Pero ojo, en Madrid, para muy alta gama en los mejores barrios como Justicia o Salamanca, hay que contar 15.000 euros el metro cuadrado”explica Alvise Da Mosto, gerente de la agencia Barnes en Madrid.
La costa catalana también es cara, las casas allí alcanzan fácilmente los 800.000 euros y fácilmente alcanzan el millón de euros con piscina y vistas al mar. Valencia es mucho más asequible: puedes, por ejemplo, conseguir un piso de 80 metros cuadrados con unas bonitas vistas al río Turia por 220.000 euros (2.750 euros el metro cuadrado). Fuera de estos sectores de alta demanda, los precios inmobiliarios se sitúan por debajo de los 2.000 euros el metro cuadrado, según el portal de clasificados Idealista.com, y pueden bajar a menos de 1.000 euros el metro cuadrado en regiones como Aragón o Castilla.
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