Acon el futuro Ley de productos básicos, la Unión Europea (UE) pretende reducir drásticamente sus dependencias económicas y así abrir un nuevo capítulo de su soberanía. Esta gran oportunidad merece ser apoyada.

Dentro de la UE, persiste el recuerdo de las crisis del petróleo y el gas de 1973. En el contexto de la agresión a Ucrania por parte de la Rusia de Vladimir Putin, ésta utiliza el gas como arma de guerra contra Europa. Tantas situaciones pasadas que deberían alertar.

Pero, ¿quién de nosotros ha pensado alguna vez en una crisis del níquel, del litio o del cobalto como un posible punto de inflexión histórico para su propia vida y la de nuestros Estados? ¿Qué pasaría si China o algunos países africanos dejaran de suministrar estos metales? ¿Tomaríamos nuevas medidas de emergencia para salvaguardar nuestras economías nacionales? Nos preguntaríamos ¿cómo podemos caer tan ingenuamente en dependencias críticas?

níquel, litio, cobalto

Para evitar que se produzcan tales crisis, Europa debe estar mejor equipada para el futuro. Por ello, la Comisión Europea, en la persona del comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, debe presentar el próximo 15 de marzo un nuevo proyecto de marco europeo sobre materias primas críticas.

Este marco debe permitirnos disponer de suficientes materias primas críticas como el níquel, el litio, el cobalto o las tierras raras para que un aerogenerador o una instalación solar europea nunca se queden sin materias primas para suministrar electricidad.

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Hasta ahora, nunca hemos experimentado una escasez de estos metales críticos, que con mayor frecuencia obtenemos de China en forma procesada. Y esta es también la razón por la que no estamos preparados en Europa para una crisis de materias primas.

La nueva legislación europea marca un nuevo comienzo. Por primera vez, la Unión Europea ha adoptado una estrategia común para materias primas críticas. Todos nosotros, las naciones de Europa, sus parlamentos, sus ciudadanos, debemos comprender de qué se trata todo esto, es decir, disposiciones básicas para nuestra propia seguridad y nuestro objetivo de neutralidad en carbono. La seguridad sin estas materias primas críticas ya no existe en tiempos de cambio climático. Los necesitamos como necesitamos hospitales y escuelas.

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Los ambientalistas, en particular, a veces asumen que el sol y el viento están suficientemente presentes y que todo lo que falta es la voluntad política para usarlos como fuentes de energía. Pero para desarrollar la energía solar y eólica como fuentes de energía a gran escala, así como para desarrollar la electromovilidad, se necesitan grandes cantidades de materias primas críticas.

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