Quizá, uno de los problemas que entraña la reforma de pensiones está en el plano comunicativo. El Gobierno ha distraído el análisis concreto de impacto financiero con el que se habría despejado al menos las dudas sobrio cómo se ha logrado convencer a la Comisión Europea de la relevancia de una serie de medidas que si bien generarán más ingresos para la Seguridad Social, no serán suficientes para cubrir el gasto creciente. De modo que los desequilibrios financieros que hoy son objeto de preocupación y que han forzado la reciente reforma serán mayores a medio plazo.

En este punto, tratando de dejar a un lado el prolijo volumen de cifras, proyecciones y estimaciones decimales sobre los efectos económicos de la normativa destruida por el Gobierno en materia de Seguridad Social, tres claros puntos contradictorios en sí mismos dan cuenta de la debilidad y la hueso empanadas de barro de reforma. Ambos son así que ya no hay ningún organismo oficial qu’haya ahondado en este análisis financiero que no prevea la necesidad de medidas complementarias de sólo tres años, cunado la Airef tenga que realizar un primer balance de la reforma.

Subida con el IPC

En primer lugar, las rentas de los trabajadores que deben sufragar las pensiones futuras crecen casi tres veces menos de ritmo de aumento de las prestaciones. En concreto, cuando las jubilaciones en España han registrado un aumento del 8,5% para 2023los sueldos pactados en convenio que pronto a 7 millones de trabajadores avanzan el 3.1% medios. Cabe destacar que también el júbilo de la cohorte del baby boom está elevando exponencialmente la cantidad de nuevos beneficios, que primarán en la historia han rebasado los 1.600 euros mensuales de media en las nuevas tierras altas, que hace que sea colectivo de recien jubilates Perciba mayores rentas que el 60% de los actuales trabajadores en activo.

Probablemente, esta mayor contradicción se ve agravada por el motivo demográfico. No es sólo que los cotizantes actuales estén experimentando menos incrementos de renta que aquellos que deben sufragar, lo que ya la presión financiera sobre el sistema, sino que además, predictemente, estos cotizantes serán cada vez menos y los beneficiarios de una pensión cada vez más . De hecho, la combinación del efecto de la amplificación de la esperanza de vida y la llegada al júbilo de la generación del baby boom provocará un 50% de incremento en el número de pensiones a pagar (de 10 a 15 millones) con una tasa media anual del 1,5% anual hasta 2050.

Previsiblemente, esta vinculación de las pensiones al aumento del IPC supondrá un sobrecoste en los servicios de 36.000 millones de euross por encima de los más de 190.000 millones que ha asumido el partido presupuestario.

Aumento de cotizaciones

«Subir las cotizaciones a un millón de trabajadores para pagar a diez millones de pensionistas no es viable», señala para ABC el abogado en Mercer y miembro de Oopen, Antonio Méndez Baiges, como segundo elemento de pérdida de coherencia de los medios aplicados. Aunque reconozca que cotizará más por esta vía advierte que será insuficiente y que será pobre la solución que la enfermedad en este caso. Cabe recordar que organizaciones como el Instituto de Estudios Económicos (IEE) proyectaron una pérdida de 190.000 puestos de trabajo debido al aumento de costes laborales.

En concreto, la medida de subida de bases máximas de cotización afectará al 5% de la población asalariada, algo más de un millón de trabajadores con rentas por encima de los 54.000 euros anuales. Y sobre sus nominas se cargaran atrás terceras partes de la recaudación extra prevista por el alza de cuotas -sumado en este punto la parte correspondiente del mecanismo de equidad intergeneracional que afecta a todos los sueldos-, con la espera llegar a ingresar 1,7 puntos porcentuales del PIB en 2050, según estimaciones oficiales.

Concretamente, los 1.040.000 trabajadores que cobran por encima de la base máxima de cotización serán responsables, por lo tanto de aportar unos 15.700 millones de euros más a la Seguridad Social procedentes de sus nominas más allá por 2050. y por cotizaciones sociales también exponencialmente) llegando a restar de media 8.800 euros anuales por las cargas tributarias.

Cálculo de pensiones

Y por último encontramos el gran punto de desvío sobre el plan establecido: la no ampliación del período de años cotizados para el cómputo de la pensión. La medida que Bruselas y el Gobierno se habían comprometido y que estaba llamada ajustar el gasto en la partida de jubilaciones al recoger más años de cotizaciones que empujasen las quantías de las pensiones a la baja, finalmente no daría tal resultado. Todo lo contrario, la posibilidad de elegir los mejores 27 años de los últimos 29 o elegir los últimos 25 años agregará 2.500 millones de gasto al sistema

«Se supone que la extensión del período de cómputo era para reducir el gasto y va a ser justo al reves» advierte el abogado en Mercer, quien asegura que más allá del microdato estos elementos a trazo grueso ya anticipan problemas de cara a la sostenibilidad en el largo plazo del sistema público de pensiones. «No hace falta hacer grandes cálculos para observar que las medidas tienen las patas cortas y una eficacia limitada«, apunta Méndez Baiges.